Siesta, basket y sudoku: el arte de pasar el tiempo en el Congreso de la Nación

Los legisladores hacen lo que pueden para sobrevivir a las sesiones largas, aunque los "escrachen" las cámaras.

Las sesiones en el Congreso de la Nación pueden parecer interesantes para un novato, pero para los políticos profesionales, son algo a lo que hay que sobrevivir. Los discursos de los legisladores pueden ser largos y aburridos, el debate se puede estirar hasta altas horas de la madrugada y, salvo casos excepcionales, todos los votos están decididos de antemano. Muchas sesiones son, para algunos, simplemente esperar que todos terminen de hablar y levantar la mano.

Por eso no llamó la atención el caso de la diputada nacional Nora Bedano, que se quedó dormida ayer en pleno debate por la Ley de Pago Soberano de la deuda externa. En su defensa, la legisladora kirchnerista cabeceó sobre el final de un debate que se estiró durante 16 horas. "Es probable que en 16 horas de debate el cansancio de madrugada me haya vencido un momento", se justificó luego. Otros diputados directamente se retiraron a descansar en sus despachos.

Su caso recuerda al de Eduardo Duhalde. Cuando aún era senador, a fines de 2001, el bonaerense se quedó dormido en plena sesión. Lo curioso fue que quiso arreglarla cuando se despertó, y levantó la mano para votar. Pero aún no se estaba votando nada. El blooper fue capturado por las cámaras y provocó risas entre sus compañeros.

A medida que la tecnología fue avanzando, los legisladores fueron encontrando nuevas formas de entretenerse en las sesiones. El senador Aníbal Fernández, uno de los primeros en llevar un iPad al Congreso, fue sorprendido la semana pasada mirando a la selección argentina de básquetbol en su teléfono celular, como publicó el diario Clarín. Para colmo el legislador se enfocaba en el partido mientras sus compañeros reclamaban que el vicepresidente Amado Boudou se apartara del cargo por el escándalo del Caso Ciccone.

El mismo Boudou fue protagonista de otra gaffe en marzo pasado, en la primera presentación formal de Jorge Capitanich como jefe de Gabinete de Ministros ante el Parlamento. Mientras el chaqueño hablaba, el vicepresidente completaba un sudoku, una especie de rompecabezas numérico, en su tableta. Fue Capitanich quien tuvo que salir a justificarlo “No es un hecho trascendente. Lo más trascendente es que (Boudou) ha podido abrir y cerrar la sesión y compartir con nosotros gran parte del desenvolvimiento del debate. Es muy difícil estar 12 horas", sostuvo el funcionario.

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