Sica: "La macro es condición necesaria para que el acuerdo impacte en la competitividad"

Sica:

El ministro de Produccón y Trabajo destacó el aporte del acuerdo para impulsar inversiones e insistió en la necesidad de las reformas, en el marco de una macro estable

 

Con el cansancio propio del viaje transatlántico a cuestas y tras varias jornadas de intensa labor, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, vive casi como un triunfo propio el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. Férreo defensor de la apertura inteligente al mundo, a partir de una mejora consistente de la competitividad de la economía, el titular de la cartera productiva insiste en que es necesario avanzar en la agenda de reformas y sostener la consistencia macroeconómica. Y cree que la llegada de inversiones será el primer aporte del acuerdo, ya a partir de 2020.

 

Hay voces que piden conocer detalles del acuerdo. ¿Finalmente cómo quedó el capítulo industrial?

Todos los empresarios conocen el grueso de la oferta. Durante los últimos tres años hemos trabajado con ellos, en especial los últimos tres años y medio. Siempre se respetaron las sensibilidades. En los últimos tramos, cuando querés cerrar todos hacemos un poco más de concesiones, pero diría que hemos respetado mucho la sensibilidad de todos los sectores. Fue un acuerdo muy equilibrado entre las demandas y concesiones, tanto de la Unión Europea como del Mercosur, y también muy equilibrado al interior de cada grupo. Además, el acuerdo tiene impacto federal porque abrimos bastantes mercados para productos de economías regionales.

Más allá del comercio ¿puede decirse que la clave del acuerdo es lo que ocurra en materia de inversiones?

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Este acuerdo es un salto institucional importantísimo para la región, porque baja mucho la incertidumbre de los inversores, estaremos adoptando reglas de juego de clase mundial y esto genera un marco importante, insisto, para poder empezar a captar inversiones. El primer impacto lo vamos a empezar a ver en los próximos meses, empezaremos a ver una mayor movilidad en materia de inversiones.

Por otra parte, nosotros tenemos que terminar de resolver el tema electoral pero con este acuerdo firmado, y pasado el tema electoral, creo que las inversiones europeas, no sólo directas sino también joint ventures, asociaciones, va a ser muy dinámico.

¿Esto ya sería para 2020?

Sí, el principal impacto al principio del acuerdo va a ser el tema de inversiones. El impacto comercial, depende de cuándo lo pongamos en marcha, pero son canastas, que muchas empiezan en forma inmediata, otras tienen un phase out (demora) de unos años. Una vez que se ponga en marcha el acuerdo, empieza a impactar en el comercio en función de cómo estaba la canasta.

Lo primero será un impacto cualitativo en la institucionalidad y eso impactará en flujos de inversión. No quiere decir que mañana vienen a invertir pero cuando se toma una matriz de decisiones y hay empresas que estaban por venir, esto les da una mayor seguridad.

Está bien pero mientras que se avanza en la liberalización del comercio con la UE, las exportadores de bienes y servicios pagan retenciones.

Las retenciones formaron parte de la negociación pero también hay una cláusula que permite que ante condiciones de desequilibrios macro, los países podamos recurrir a ese instrumento.

¿Cómo juega la macro en el acuerdo?

Con una macro inestable, no hay micro exitosa, es lo que nos pasó en los últimos años. Estar avanzando en un programa que nos da fortaleza macro, que nos mejora los resultados, nos da estabilidad, nos hace recuperar la moneda, que baja el déficit fiscal y nos permite empezar a avanzar en la presión impositiva, claramente, es la condición necesaria para que este acuerdo pueda dar mucha mayor garantía y tener mayor impacto en materia de competitividad.

¿El acuerdo acelera las reformas pendientes (laboral, impositiva, previsional) que impulsa el Gobierno?

El acuerdo en sí mismo es una reforma estructural de integración al mundo, como venimos planteando. Pasamos de ser un país cerrado, con tratados comerciales con menos del 9% del PBI mundial, hoy ya escalamos al 30%, es un cambio estructural. Con la macro en proceso de estabilización, tenemos que avanzar en darle más competitividad a la economía y eso implica avanzar en un conjunto de temas que mejoren la competitividad de los puertos, bajen los costos logísticos, mejoren las cuestiones de infraestructura, que adecuemos nuestros marcos regulatorios para hacer más competitivas a las empresas.

¿Pero qué va a pasar con el programa de reformas?

No diría programas de reformas, son muchos clisés. Tenemos que modernizar nuestro sistema de regulaciones. Ahora ya tenemos un horizonte, por lo tanto ya tenemos que avanzar. Todos estos cambios requieren también tener diálogo tripartito y consenso político para poder avanzar y muchas de estas cuestiones se dirimen en el Congreso.

¿Están más cerca ahora las negociaciones con el EFTA, Canadá o Corea?

Nuestro objetivo como presidencia del Mercosur, y que veníamos discutiendo, era cerrar ahora Mercosur-Unión Europea. Esto va acelerar el EFTA (Islandia, Noruega, Suiza y Luxemburgo), Canadá y también Singapur y Corea. Tenemos una agenda muy dinámica y vamos a seguir con eso.

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