Shell: advierten que si las otras petroleras no aumentan, podría haber desabastecimiento

Especialistas creen que el litro de nafta súper debería estar alrededor de los 18 pesos para fines de 2014.
A lo largo de las últimas dos décadas, el precio del combustible acompañó al tipo de cambio de una manera inequívoca: más allá del tipo de cambio de cada momento, el litro de nafta costó en nuestro país entre 1,20 y 1,50 dólares.

Con el aumento del 12% que Shell estableció a partir de hoy, la petrolera anglo-holandesa llevó el precio del litro a un valor cercano a los $11,86, lo que se traduce en U$S 1,47, al tipo de cambio oficial de 8,03 pesos.

Si bien el aumento fue duramente criticado por el gobierno nacional como una “medida unilateral” y “contraria a los intereses del país”, la suba de precios era una jugada obligada de las petroleras por la devaluación del peso, como anticipó la semana pasada LPO.

Es que, más allá del origen del crudo que destilan las empresas –medanito nacional o importado-, el precio del barril se cotiza en dólares y cualquier movimiento en el tipo de cambio termina repercutiendo en los costos, mientras todas las compañías tienen ganancias en pesos.

“Shell venía comprando el petróleo a 83 dólares el barril, pero en pesos. Como se devaluó de $6,50 a $8, el aumento del 12 por ciento en los precios de la petrolera corresponde a la incidencia de esa suba de costos en el producto final que es la nafta”, explicó a LPO el ex secretario de Energía, Emilio Apud.

Según Apud, el retoque de precios de Shell es un sinceramiento que acerca el precio y la demanda del producto al nivel de equilibrio.

El gran problema que genera la decisión de Shell es que, al mantenerse atrasado el precios de las demás petroleras, se producirá una transferencia de clientes hacia ellas, que podría generar picos de demanda y desabastecimientos.

Sin una actualización de precios, todas las petroleras seguirán vendiendo el combustible a tasas no rentables, por lo que probablemente tomarán la decisión empresarial de disminuir la oferta de sus productos.

Con más demanda y menos oferta, es inevitable que se produzcan nuevos desabastecimientos. De hecho, YPF se comprometió a no subir los precios, pero hoy algunas estaciones de servicio las principales ciudades del país no vendían nafta súper.

Sin embargo, YPF es la única empresa que podría resistir la devaluación sin aumentar los precios, ya que cuenta con el apoyo del estado, pero tanto Axion (Esso), Oil y Petrobras deberán desobedecer al gobierno y ajustar para no comercializar a pérdida.

De hecho, con las estimaciones de inflación cercanas al 30% para 2014, sumadas al 20% de ajuste por la devaluación, especialistas en el tema como Apud calculan que para finales de este año los combustibles deberían aumentar un 50 por ciento, lo que llevaría el litro de nafta súper a un precio cercano a los 18 pesos.

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