Sesión de rutina

Sesión de rutina

En diputados, las llamadas manifestaciones dominaron al debate parlamentario. La visión de Mirtha Legrand sobre los pueblos originarios desató un furioso repudio mientras el debate por el conflicto de El Tabacal estuvo ausente.

 

Luego de una semana de alta intensidad política, la cámara de Diputados tuvo una sesión con varios temas pero, casi todos, sin mucha importancia. Fue, más bien, una jornada tranquila. Varios esperaban que la situación de El Tabacal no fuera ajena a la opinión de los diferentes bloques, sin embargo, solo se destacaron las intervenciones de Julio Quintana del PO y del camionero/legislador Jorge Guaymas aunque fue el primero quien homenajeó la lucha de los trabajadores azucareros. El resto prefirió dejar pasar el tema e incluso se negaron a tratar un proyecto en apoyo impulsado por los trotskistas.

Un eje que despertó polémica y ocupó la atención de algunos fue la propuesta del diputado Matías Posadas para realizar una reforma política. La iniciativa no estaba prevista discutir ese día pero produjo cruces entre los propios oficialistas. Manifestaciones y homenajes fue lo más jugoso.

Diva aborrecida

Quien también tuvo su momento, en manifestaciones, fue el “Rana” Villa. Al principio de su intervención denunció la situación “preocupante” que tiene el departamento Rivadavia en materia de Salud. Contó un hecho particular ocurrido en misión La Paz donde nuevamente quedo en evidencia la falta de ambulancias y médicos. “Una ambulancia salva vida, es fundamental”, reclamó y señaló que estuvo reunido con caciques y referentes de originarios, quienes les hicieron conocer su malestar pero aclaró que “no cortaran la ruta ni harán piquetes”.

Luego, Villa se refirió a lo acontecido en el programa televisivo “Almorzando con Mirtha Legrand”, cuando estuvo de invitado el folclorista Jorge Rojas y Mirtha preguntó si los originarios votaban en Salta. “Habría que decirle a esta señora que no solo votan sino que son ciudadanos como ella; la señora tendría que haber preguntado si tenían ambulancias y haber dicho yo les mando, porque no todos tuvieron la posibilidad que ella tiene”, dijo.

La explicación de Villa sonó un tanto incoherente: minutos antes había descripto con lujo de detalles la pobreza y las pésimas condiciones de vida de los pueblos originarios, sin embargo, después los igualó frente a un ciudadano de la capital del país. Equiparó a la ciudadana Mirtha Legrand con un miembro de pueblos originarios cuando claramente uno es “ciudadano de primer mundo” y el otro califica formalmente como un ciudadano pero no lo es, es más ni siquiera puede tener una ambulancia ni agua.

Claramente la pregunta de la histórica conductora puso de manifiesto la forma en que se perciben a los originarios desde el centro de Argentina.

Aranceles y honorarios

Uno de los puntos más importantes a tratar era un proyecto ingresado por el presidente de la cámara Manuel Santiago Godoy, donde se planteaba regulaciones a los distintos honorarios que deben cobrar los abogados según el tipo de asesoramiento legal que realicen. El mismo fue aprobado por unanimidad.

Al respecto, Godoy hijo señaló la necesidad de dicha actualización en la gran cantidad de profesionales jóvenes que ejercen el derecho y que deben tener garantizado un piso de protección mediante el establecimiento de por lo menos los aranceles mínimos.

Por su parte, el diputado Martinelli remarcó que nunca una iniciativa similar se había discutido en el ámbito legislativo y que de aprobarse esta Ley, se asegurará a la sociedad cuanto deberá pagar cuando contrata un abogado. También dijo que uno de los objetivos es que no se “aplique una ley de la selva entre los cinco mil abogados matriculados en la provincia por la necesidad de obtener un cliente, y que se les asegure el derecho a vivir de su profesión estableciendo sus honorarios con el carácter de alimentarios”.

Cabe destacar que los valores por cada actuación serán fijados en una unidad denominada “ius”, que equivale al uno por ciento del sueldo de un juez de primera instancia con ocho años de antigüedad, que aproximadamente cobra $ 70 mil.

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