El servicio de agua que brinda Absa, un mal de muchos

El servicio de agua que brinda Absa, un mal de muchos
Las dificultades financieras que atraviesa la empresa Aguas Bonaerenses (ABSA), encargada de llevar agua potable y cloacas a 3,7 millones de usuarios en 91 localidades del Gran Buenos Aires y del interior provincial, ya repercute en la calidad del servicio, según los crecientes reclamos recogidos en distintos puntos de la provincia.
En varios distritos, la situación es insostenible. En Bahía Blanca, el dique Paso de las Piedras, principal fuente de suministro urbano, se encuentra en emergencia, con más de 2000 denuncias de roturas y pérdidas en las redes sin atención.

Otro de los distritos afectados en el servicio es San Vicente. Días atrás, el intendente de ese partido conurbano, Daniel Di Sabatino, exigió a las autoridades de ABSA la mejora de la calidad de los servicios. Puntualmente, pidió una ampliación en la cobertura y la necesidad de poner en marcha la planta de tratamiento de líquidos cloacales ubicada en la localidad de Alejandro Korn.

En tanto, usuarios de los partidos de 9 de Julio, Chivilcoy, Lincoln, Carlos Casares y Pehuajó, entre otros, iniciaron una campaña para juntar firmas ante la falta de soluciones para un problema que los afecta desde hace décadas: los altos niveles de arsénico en el agua de red.

En un petitorio presentado el martes último a las autoridades, los vecinos propusieron que “no se cobre por el agua contaminada hasta que no se hagan las obras acordadas”. Ese documento cuenta con unas 10.000 firmas de apoyo de los vecinos.

Por su parte, en Cañuelas, un grupo de vecinos impulsó un amparo que recayó en el Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 de La Plata.

La firma bonaerense, en la que Sosba tiene un 10% de participación accionaria, se financia con el cobro de las tarifas y un refuerzo presupuestario que actualmente alcanza a $ 247 millones anuales.

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