Sergio Massa: "En el mundo hay una demanda de liderazgos disruptivos"

Sergio Massa:

Desde París, el líder del Frente Renovador opinó sobre los cambios de la política a nivel mundial y los contrastó con la actualidad argentina

Después de una semana en esta ciudad, Sergio Massa regresó este fin de semana a la Argentina convencido de que el país necesita una estructura similar a la de la célebre Escuela Nacional de Administración (ENA), donde siguió un curso intensivo.

Su viaje fue parte de un programa de la Corporación Argentina de Fomento (CAF), que suele reunir dirigentes regionales con jóvenes dirigentes y -como parte la formación- incluye una semana en la escuela francesa de formación de cuadros de gobierno.

"Es muy interesante porque analizamos en detalle todo lo que tiene que ver con el liderazgo en los cambios, la gestión e hicimos un repaso de los distintos temas de la administración pública. Vimos temas de educación, energía, transportes; cuestiones vinculadas a infraestructuras de largo plazo y cambios puntuales de algunas actividades económicas en materia de empleo", señaló a LA NACION el líder del Frente Renovador.

Massa quedó particularmente interesado en "La Poste" (Correos) francesa, donde las agencias postales se transformaron además en agentes financieros. "Es un caso que puede servir como disparador para ver lo que está pasando en el mundo con el empleo. Cuáles serán las formas de empleo en los próximos diez o 15 años. Es importante porque permite construir 'archivo', no sólo mirando hacia adentro sino mirando cómo evoluciona el mundo", dijo.

- ¿Hay realmente muchos problemas de gobernanza en la región?

- Sí, porque, además, hay un cambio no sólo en Argentina, sino en todo el mundo. Por ejemplo España va a una elección porque no pudo armar gobierno. La elección en Perú terminó siendo una elección donde un candidato de centro-derecha que no aparecía en los registros termina disputando la presidencia. En Estados Unidos todos los analistas hasta hace dos meses decían que era imposible que Donald Trump fuera presidente y hoy lidera las encuestas. Lo que hay es un cambio en el mundo, producto de la velocidad de la información.

- ¿Cuál es su lectura del fenómeno Trump?

- Lo que en realidad hay en el mundo es una demanda de liderazgos disruptivos, de dirigentes que se animen todo el tiempo a plantear la realidad, los problemas que tiene el hombre común, con frontalidad y con un lenguaje ciudadano. Eso pasa en Estados Unidos con Trump, pero también con Podemos en España.

- Es difícil comparar a Trump con Podemos.

- No, lo que pasa es que en Estados Unidos hay un sistema que ancla a los candidatos a sus partidos. En resumen, yo creo que hay un gran espacio de insatisfacción que cubren los discursos más reactivos. Hay un descreimiento en las sociedades de lo que son las instituciones tradicionales. Son tiempos nuevos.

- ¿Y en Argentina?

- Aparece con más retraso porque, en definitiva, hay un anclaje en viejas estructuras partidarias. En nuestro país está naciendo un tiempo nuevo. Estamos recién comenzando a recorrer un camino que en otros países ya se ha hecho, que es de una dinámica democrática más exigente.

- ¿Cómo se ve usted en ese nuevo paisaje político argentino? ¿Como un árbitro?

- No, no. Yo tengo la responsabilidad de representar a 5.400.000 electores que eligieron un programa de gobierno. Lo que pretenden es que yo siga defendiendo ese programa. En aquellas cosas en las que coincidimos con el Gobierno, tengo la responsabilidad de reconocerlo y hacer mis aportes. Y en aquellos temas en los que no coincido, tengo la firmeza y la sinceridad de plantearlos. Mi actitud es, en términos generales, tratar de ayudar a que las leyes salgan. Y tratar de hacer aportes para mejorarlas. Tenemos que ser conscientes de que todos estamos en este barco que se llama Argentina. Nuestra obligación es levantar la vara. Aspiramos algún día a ser gobierno. Pero de una Argentina mejor que la de hoy. Por eso nuestra actitud debe ser constructiva, propositiva y cuando nos oponemos, explicando las razones.

- ¿Son ustedes más progresistas que el actual gobierno?

- Somos una fuerza progresista, con corazón peronista y vocación plural. Argentina tiene que romper el paradigma de la bipolaridad en la vida política. En nuestro país, la bipolaridad es una enfermedad que nos ha llevado durante 200 años al retraso por la pelea entre dos actores. Sobre todo este año, que no es un año electoral, habría que buscar la forma de decidir todos juntos un objetivo para los próximos diez o 20 años.

- ¿Qué piensa de la futura Ley de jubilaciones?

- Esa ley tiene unos cuatro capítulos. En términos generales, es bueno que Argentina pague los juicios a los jubilados, que tenga una pensión universal a la vejez, que generemos un vehículo para que los argentinos traigan su dinero del exterior y que comencemos a construir un sistema impositivo más progresivo. Ahora bien, yo creo que a ese proyecto le falta discutir el tema renta financiera: somos uno de los pocos países que no tiene gravada la renta financiera. En el capítulo de pensiones a la vejez estamos corriendo la edad de acceso de la mujer de los 60 a los 65 años. Y eso es un error. En un momento en que necesitamos empoderar y proteger a las mujeres, es un retroceso. En materia de blanqueo no estamos dispuestos a que haya ni funcionarios ni empresas vinculadas a escándalos de corrupción autorizados a acceder al blanqueo. Y en materia de régimen de cancelación de sentencias, aspiramos a que, así como usamos una parte del dinero del blanqueo y de los fondos de la Anses para pagar los juicios, usemos una parte para mejorar por emergencia la pensión mínima. Porque alimentos y medicamentos consumen el 90% de los ingresos de los jubilados y la verdad es que la inflación del último año los hizo perder la carrera.

-Volviendo a la ENA argentina, ¿no tiene temor al fenómeno de elitismo que provocó esa institución en Francia? Aquí, todos los grandes empresarios o dirigentes políticos son egresados de esa institución, creando un auténtico fenómeno de casta.

- No me interesa hacer exactamente lo mismo. Argentina necesita tener un ámbito de capacitación porque debemos construir un Estado eficiente con servidores públicos que sientan orgullo de ocupar esos puestos. Tiene que haber una estructura profesional del Estado, para que el país no esté atado a los vaivenes del amiguismo político. Desde luego hay que evitar el elitismo. Por el contrario, hay que hacer esa institución lo más capilar posible para que municipios, provincias y nación puedan formar sus cuadros de gobierno sin tanta dependencia de clientelismos.

Después de esta semana, Sergio Massa tiene proyectos concretos con la ENA y también con la Confederación Andina de Fomento: "Con la CAF haré seis charlas de formación de dirigentes jóvenes en América Latina. Personalmente solicité a la ENA que nos envíe algunos egresados para hacer capacitación política para nuestra fuerza política. Por fin, ellos me invitaron a disertar en septiembre en una actividad que están organizando.

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