El Frente Renovador, bajo el paraguas de la alianza Unidos por una Nueva Alternativa, comenzó a trazar su identidad de cara al futuro que, si bien contempla el trabajo para posicionar al partido como una tercera opción frente a la virtual antinomia entre el gobierno actual y el anterior, apunta a la búsqueda de acuerdos partidarios más amplios que le permitan "construir mayorías representativas de la clase media y de los trabajadores".

"Nosotros representamos una fuerza plural, con peronistas, radicales, desarrollistas, demócratas cristianos, porque no nos abrazamos a un sello partidario sino a la responsabilidad de representar la necesidad de la clase media, los trabajadores y también de quienes no tienen trabajo", sostuvo el sábado Sergio Massa en el Congreso bonaerense del FR-UNA que se realizó durante el viernes y el sábado en Mar del Plata, con su presencia como mayor atractivo político.

"Tenemos el corazón y los brazos abiertos para aquellos ciudadanos independientes que quieran participar en política, para los peronistas que crean en el sueño de la movilidad social ascendente como valor, y los radicales que creen que hay que construir mayorías del campo popular como las que representaban Raúl Alfonsín e Hipólito Yrigoyen", sentenció.

A pesar de la insistencia de casi todos los actores políticos, incluido el ex intendente de Tigre, en señalar que aún es prematuro dar el debate sobre las elecciones de medio término del año que viene, varios dirigentes massistas que participaron del Congreso bonaerense en Mar del Plata arengaron a más de un millar de concurrentes a votar "Massa Presidente en 2019", una consigna que busca apuntalar su liderazgo.

"Está muy lejos 2017 y casi una eternidad 2019", dijo Massa a Télam, tras sostener que en su agenda de hoy figura privilegiar la mirada sobre "el funcionamiento de la Argentina" por sobre cuestiones electorales.

El Frente Renovador se presentó formalmente en 2013, encabezado por Massa, quien había renunciado meses antes a la jefatura de gabinete del gobierno de la entonces presidenta Cristina Kirchner, para iniciar un recorrido político que hasta acá tuvo luces y sombras.

Después del fervor inicial que invitó a muchos a subirse al colectivo de Massa, en especial de la provincia de Buenos Aires, muchos perdieron el entusiasmo y emprendieron el retorno a sus fuerzas de origen o se sumaron a otros espacios, dejando a Massa en la necesidad de un acuerdo con el cordobés José Manuel de la Sota para enfrentar la prueba de las presidenciales del año pasado.

A pesar de la derrota electoral que lo dejó en el tercer puesto, sin la chance de competir en el balotaje que terminaría ganando Mauricio Macri, el acuerdo con De la Sota fue redituable y Massa comenzó con su tarea de afianzarse como referente ineludible de la oposición, pero desde una actitud que contribuya, expresada en el apoyo a varias iniciativas oficiales, a la "gobernabilidad" del sistema.

"Ni ajuste, ni corrupción", y el "desarrollo e igualdad de oportunidades" son, según la mirada que expresó Massa a esta agencia, ideas fuerza de su formación política: "Cuando todos debaten sobre sellos o personas, nosotros lo hacemos alrededor de las ideas".

El diputado Felipe Solá reconoció sin complejos que 2017 será un "año fundamental" para el massismo porque "está en nuestra cabeza crecer como fuerza, pero apostando siempre a la gobernabilidad" del actual gobierno.

Su compañero de banca, Facundo Moyano, expresó a Télam que "hablar de alianzas electorales o la posibilidad de acercamiento a algún sector es prematuro y se dará a partir de lo que marque la dinámica de la política", aunque aseveró: "queremos que todos los sectores del peronismo estén, pero no el kirchnerismo, que es otra cosa; tuvo 12 años de gobierno y mostró lo que es".

En el Congreso bonaerense apareció además la posibilidad de incluir a radicales del sector alfonsinista, algo planteado no sólo por Massa sino también por el senador bonaerense Jorge D'Onofrio, quien sostuvo que tienen que "abrir los brazos y buscar a todos", entre ellos, "pibes de

La Cámpora que lucharon de verdad, pero estaban convencidos de un relato"; y a "los radicales de Alfonsín que vienen de un proyecto nacional y popular y no se subieron al tren de Cambiemos".

Tampoco hay que olvidar el reciente acercamiento de Massa con la líder del GEN, Margarita Stolbizer.