Sergio Massa en campaña: la teoría del tercer penal y los restos de la grieta

Sergio Massa en campaña: la teoría del tercer penal y los restos de la grieta

Con metáfora futbolera, el líder del FR justifica por qué recién anunciará sobre la hora si se presenta en octubre. Y dice que la polarización está sobrevaluada.

Como Macri, Sergio Massa transmite en la intimidad cierto desencanto con el "círculo rojo". O al menos, diferencias sobre cómo se pondera el escenario político actual. El líder del Frente Renovador cree que se está sobrevalorando la superficie de la polarización y que, a diferencia de lo que opinan periodistas, analistas y políticos, la elección de octubre no se dirimirá sólo entre la lógica antikirchnerismo vs. antimacrismo.

Massa está en campaña, pero con un nivel de exposición infinitamente menor que años atrás. ¿Los medios no lo llaman porque se pierde en la grieta o él decidió correrse porque no hay mucho para decir? Acaso sea un poco y un poco. En privado el diputado habla como si estuviera lanzado. En su equipo cuentan 82 localidades que ya recorrió casi sin hacer prensa.

Ayer rompió la abstinencia en Junín, adonde fue a presentar su pomposa "Escuela de Gobierno". Cuando habló, dio más pistas de por dónde pasará su discurso. Los "problemas de la gente". En el diccionario massista, "inflación, inseguridad y pérdida del empleo". También blanqueó otra parte de la estrategia: mostrar dirigentes con probada capacidad de gestión. La estrella: Roberto Lavagna. "Pero también Aldo Pignanelli (ex titular del Banco Central) y Daniel Arroyo (ex ministro de Desarrollo Social)".

 

¿Cuándo va a anunciar la candidatura? Massa fue corriendo la fecha. Ahora dijo que esperará al final, a que el resto muestre las cartas. Con su equipo, hizo una parábola futbolera: "Si yo tengo que patear el tercer penal, ¿por qué voy a decir dónde lo voy a tirar antes de que pateen los otros dos?".

Mientras juega al misterio, deja correr los nombres de otro dirigentes que le gustaría jugar en la provincia de Buenos Aires. Desde su aliada principal, Margarita Stolbizer, que ya avisó que quiere ir como senadora; pasando por Lavagna, y su mujer Malena Galmarini, entre otros.

¿Y por qué no sería candidato Massa? Las razones que transmitió a algunos interlocutores no cierran del todo: "Por la familia, ya los chicos son más grandes...". De ser cierto el límite, debería involucrar (sobre todo) a su mujer.

Pese a que su silencio parece relacionarse con la polarización, Massa asegura que el resto que deja la grieta, según las encuestas, es un pedazo que, bien agarrado, podría garantizar una buena elección. El habla de entre 45 y 55 puntos que no votarían ni a Cristina (o al candidato kirchnerista que sea) ni al postulante de Cambiemos.

"En 2013 sacamos más de 40 puntos en la Provincia y en 2015, más de 20, En cualquier caso, el piso es alto", se entusiasman los massistas, pese a que el escenario hoy luce completamente distinto.

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