Si bien se venía manejando esa posibilidad entre diferentes consultores, luego de las fuertes intervenciones de Sergio Berni en el AMBA, un trabajo que mantienen bajo siete llaves en su entorno íntimo lo ubican con un 65% de imagen positiva y un 28 % de negativa, quedando entre los encuestados muy poco porcentual que no se expresa debido mayormente a desconocimiento de la figura.

El trabajo, tomado este viernes 12 de junio, corresponde a una consultora nacional de primerísimo nivel y frecuentemente acudida por el mundillo peronista, y lo curioso es que cuando lo miden a Berni sin mencionar su cargo, el diferencial entre positiva y negativa aumenta, ya que en el primer caso sigue con 65%, y en el segundo retrocede a 26%.

El Gran Buenos Aires es el territorio en donde Sergio Berni tiene una adhesión contundente llegando a 68% su imagen positiva, mientras que baja en territorio porteño, pero ubicándose en 56%.

Entre los votantes de Alberto Fernández, la imagen positiva de Berni trepa al 80 %, mientras que entre los no votantes del oficialismo se ubica en el 53%.

Los motivos del crecimiento

La sociedad argentina siempre tuvo perfiles más cercanos a la derecha sobre todo en épocas de crisis, y la figura de Berni es un combo de transparencia ante la corrupción, dureza frente al delito, y sinceridad al momento de expresarse. Además, la gente lo percibe como un luchador que en solitario y se enfrenta a un sistema política enviciado, perverso y decadente.

Cuando el ministro baja de su moto en La Matanza, o encabeza un operativo persiguiendo a los asesinos del gendarme de Zárate hasta apresarlos se crean imágenes fuertes que la mayoría de la sociedad fija en su conciencia con rapidez porque es lo que quieren.

Las fotos de un Berni “a lo rambo” despiertan simpatía en gran parte del electorado, porque además contagian seguridad y firmeza, dos valores muy requeridos por el conjunto de la sociedad.

En la semana se desató una crisis en Villa Madero, La Matanza, en donde bandas narcos se enfrentaron a tiros dejando heridos. Allí, los vecinos cortaron  una autopista reclamando la presencia de  Gendarmería, pero el particular ministro fue, los convenció de liberar la arteria y le prometió que en ocho horas regresaba con un equipo anti narco.

“Esto ayer parecía Sinaloa”, declaró el ministro al día siguiente de su intervención. De un momento caótico, Berni hizo una situación de orden. En un paraíso narco, Berni logró que los criminales desaparezcan.

El ministro deberá cuidar su estilo de caminador incansable, trabajador de 24 horas y político honesto, con los ataques que el propio sistema político le tiene preparado.

El actual funcionario no es un dirigente que el sistema político quiera para su liderazgo, pero la gente lo está adoptando como el gran protector.