Indicó que la mitad del país aprueba el gobierno de Cristina Kirchner, mientras que la otra la de-saprueba. Cómo influyen las decisiones políticas y las económicas en la imagen presidencial.
El destacado analista político también reflejó cómo las decisiones de gobierno afectan la imagen presidencial, remarcando que el 50 por ciento del país aprueba la gestión, contra el otro 50 que la desaprueba.
- En las últimas elecciones presidenciales, Santiago del Estero le dio a Cristina el mayor triunfo en términos porcentuales. Lo mismo ocurrió en otras provincias del Norte. ¿Se mantiene este fuerte apoyo a la gestión presidencial en esta parte del país?
-En principio, el mayor apoyo es en la provincia de Buenos Aires, sobre todo en el Gran Buenos Aires, mientras que el lugar más crítico es la Capital Federal, estos son datos objetivos. En el interior depende dónde uno mire, pero efectivamente es cierto que en el Norte hasta ahora ha habido un apoyo mayor que el promedio del país.
Ahora, no sabemos qué pasa con la cuestión de la reelección, porque esto es importante remarcarlo, hay un porcentaje de la sociedad que tiene una buena imagen de apoyo a la Presidenta, pero que no apoya su reelección. Hay una diferenciación entre la cuestión estrictamente de apoyo a la Presidenta: el 40 por ciento de la gente que aprueba su gestión, sin embargo se opone a su reelección.
-¿Esto es algo que se mantiene o es volátil según el ánimo de la gente o la situación económica?
-La opinión pública siempre es volátil, en la Argentina y en general. Así que no descarto que esto se modifique, pero en principio le diría que si bien puede haber cambios, es una cuestión, la reelección, que galvaniza mucho a la sociedad. No hay mucha gente que no tenga opinión formada al respecto. El eventual esfuerzo que debería hacer el oficialismo para modificar el actual estado de opinión, es muy significativo. No digo que no lo logre, pero no será sencillo.
-¿El apoyo a la imagen presidencial se debe a la gestión económica o al modelo en general?
-Depende de cómo pregunte. Si pregunta si la gente aprueba o desaprueba la gestión de la Presidenta, la mitad aprueba y la otra, la desaprueba. Si pregunta por la gestión económica, hay un 57 por ciento que desaprueba; es decir, la gente está en este sentido preocupada por la cuestión económica. O sea hay matices, no es que la Presidenta esté tan fuerte por la cuestión sobre todo vinculada con el empleo que se ha deteriorado significativamente, más la inflación, más algunos escándalos de corrupción sobre todo el caso Ciccone; más el caso de Buenos Aires y Gran Buenos Aires, la tragedia de Once, son cuestiones que han afectado a la Presidenta, la confianza en el gobierno, etc. Todos los indicadores de opinión pública reflejan un retroceso significativo.
Voto a partir de los 16
Un tema que está planteado como eje de discusión en el ámbito político y en la sociedad, es el proyecto de permitir a los jóvenes, a partir de los 16 años, de emitir su voto. Para Berenztein, el gobierno está intentando con esta iniciativa, “ampliar su base de apoyo en la sociedad que ahora es bastante acotada, en términos organizativos”. El analista dijo que la Presidenta dio señales de ello en el acto del 27 de abril en la cancha de Vélez. “Puso un poco blanco sobre negro: ahí la consigna era unidad y organización y lo que ella expuso ese día fue una heterogénea cantidad de organizaciones no políticas no tradicionales y donde lo que había era una ausencia del PJ tradicional y del sindicalismo. El mensaje era: ‘Llenamos la cancha de Vélez sin recurrir a los mecanismos tradicionales’, como el propio PJ”, señaló.
Consideró que “la idea de bajar la edad de voto está muy vinculada a esta suerte de debilidad electoral que tiene el oficialismo y que curiosamente uno dice que si ganaron con el 54 por ciento ¿qué necesidad hay de que vote más gente? Pero hay un cambio importante en la opinión pública que el gobierno no ignora y debe compensar esto con los nuevos votantes”, dijo.
Sin embargo, remarcó que el porcentaje de los jóvenes “no es un número tan masivo de gente para alterar significativamente las tendencias”. l
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