Será o no un espejo de las primarias

Será o no un espejo de las primarias

En 2011 el peronismo ganaba sumando los votos de sus candidatos, pero en las generales de ese año el voto se desplazó hacia el Frente Progresista. Hace algún tiempo, la irrupción del PRO en la provincia dividió el escenario electoral en tres.

"Si los políticos hubieran hecho las cosas bien, yo estaría en Miami", fue uno de los latiguillos de Miguel Torres del Sel en la campaña. El reproche tiene destinatarios en la provincia y la última vez que lo dijo, lloró por televisión enojado por las jugarretas preelectorales. Hoy, las urnas definirán su destino político y el escenario de Santa Fe para los cuatro años que vienen. Si Del Sel ratifica el triunfo que logró en las primarias o se vuelve al teatro. O el batacazo: si sus rivales, Omar Perotti o Miguel Lifschiz, logran dar vuelta la ventaja aunque sea por un voto, que festejarán. Sólo los santafesinos tienen la respuesta. Los sondeos de opinión pronostican una supuesta paridad entre los tres aspirantes a gobernador, pero habrá que ver, porque en las encuestas previas al 19 de abril, una consultora anticipó un triunfo del Frente Progresista por nueve puntos y Del Sel le ganó a los dos candidatos del oficialismo por poco, 3.403 votos, pero a Lifschitz le sacó una diferencia de casi 170.000, así que esa será la cuesta del repechaje. Ahora, la misma empresa volvió a repetir el pronóstico a favor del socialista, que en las otras veredas no creen.

Los santafesinos ya votaron hace menos de dos meses. El gran interrogante es si repetirán esa decisión o no. Ya hay un antecedente de deslizamiento masivo de votos en 2011, que vale recordar. En mayo, en las elecciones primarias, el peronismo en sus distintas vertientes (Frente Santa Fe para Todos) resultó la fuerza más elegida: sus cuatro candidatos sumaron 677 mil votos. Mientras que el Frente Progresista quedó segundo, con 650 mil y el PRO, tercero, en el debut político de Del Sel, con 235 mil, en números redondos. En el PJ, el candidato más votado fue Agustín Rossi (270 mil) que le ganó la interna a Rafael Bielsa (192 mil) y en el tándem oficial, Antonio Bonfatti (292 mil).

Dos meses después, en la elección general de julio, ganó Bonfatti (674 mil votos), Del Sel salió segundo (612 mil) y Rossi quedó tercero (387 mil). En ese lapso, el Frente Progresista sólo sumó 24 mil votos y el candidato del PRO casi 400 mil que, obviamente, los perdió el peronismo. Una fuga impresionante. Del Sel estuvo a tres puntos y 60 mil votos de llegar a la Casa Gris, que ocupó Bonfatti.

Desde entonces, el escenario político de la provincia se dividió en tres. En las elecciones a diputados nacionales de 2013 que ganó Hermes Binner, y si bien los resultados no son comparables, Del Sel volvió a relegar al tercer lugar a la lista del peronismo que entonces encabezaba el fallecido ex gobernador Jorge Obeid.

En los análisis previos al 19 de abril, se podía especular que el piso electoral del ex Midachi para una primaria podían ser los 235 mil votos de 2011. Error. En 2015, duplicó la cifra y llegó a 536 mil. Perotti también creció de 203 mil que había logrado hace cuatro años a los 365 mil de hace dos meses, en el mejor intento contener el voto peronista. Y Lifschiz superó los 292 mil votos que había sumado Bonfatti en la primaria, pero habrá que ver si hoy llega a los 674 mil que logró el gobernador.

Barletta, en cambio, revela un declive político: pasó de 201 mil votos en 2011 a 156 mil el 19 de abril. Y eso, que llevó a Rubén Giustiniani a la cabeza de la lista de candidatos a diputados provinciales. En aquellas primarias, que ganó Bonfatti, Giustiniani salió tercero con 152 mil votos y entre los dos, sumaban más de 350 mil, la mitad de lo que lograron hace dos meses.

En 2011, el Frente Progresista logró fidelizar el voto de sus electores. Bonfatti pasó de los 292 mil en las primarias a ganar la elección general con 674 mil. Por lo que ahora, el otro interrogante es si Lifschitz logrará contener a quienes eligieron al jefe de la UCR. "Los votos de Barletta son frentista. Si bien él marco diferencias, no tenemos dudas de que son del Frente Progresista", intentó tranquilizar el candidato oficial. Y recordó que en las primarias de 2011 hubo tres precandidatos a gobernador que luego sumaron para Bonfatti. "Suponemos que en 2015 va a suceder lo mismo", arriesgó. Pero el puñal de la duda lo clavó el propio Barletta cuando dijo que si Lifschitz ganaba la primaria, perdía la general. No lo volvió a repetir. Hasta esta semana, que su ex compañero de fórmula, Eugenio Malaponte, cambió su voto por el enojo con el socialismo y anunció que hoy votará a Del Sel. Final abierto.

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