¿Será Alperovich el garante de un pacto entre Scioli y Massa?

¿Será Alperovich el garante de un pacto entre Scioli y Massa?

Un medio de Buenos Aires especializado en política asegura que el candidato del FPV mandó al ex gobernador tucumano a negociar.

Daniel Scioli les hizo llegar a Sergio Massa y José Manuel de la Sota una nueva propuesta para que lo respalden de cara a la segunda vuelta del 22 de noviembre. Esta vez, el candidato del Frente para la Victoria duplicó el ofrecimiento anterior, en una jugada que puede tensionar aún más la relación con Cristina Kirchner y Carlos Zannini.

Durante el fin de semana, Scioli llamó reiteradamente a Massa, que está de vacaciones y no respondió los llamados. El ex motonauta buscaba una respuesta a la propuesta que le envió a fines de la semana pasada, invitando al ex candidato del Frente Renovador a un cogobierno, también integrado por De la Sota. Incluso, hizo saber en los diarios del domingo su deseo de concretar el acuerdo y hasta podría hacerlo público el jueves.

Como revela el sitio www.lapoliticaonline.com, horas después de la elección del 25 de octubre, Scioli le ofreció a Massa dos ministerios: la Cancillería (para De la Sota) y Economía (para Roberto Lavagna). También deslizó que podría apoyar al ex intendente de Tigre para que presida la Cámara de Diputados.

En este caso, el gobernador bonaerense les ofreció cuatro ministerios de su hipotético gobierno a Massa y De la Sota. La propuesta incluye también la presidencia de la Cámara de Diputados (adonde sugirió a la massista Graciela Camaño) y la presidencia provisional del Senado (para el delasotista Carlos Caserio).

Consciente de la desconfianza que le tienen el tigrense y el cordobés, Scioli volvió a proponer que los gobernadores y los sindicatos sean los garantes del pacto. Incluso, para hacer más creíble esa “garantía”, el gobernador envió como mediadores al tucumano José Alperovich y al jefe del gremio de Sanidad, Carlos West Ocampo.

Se trata de una propuesta muy riesgosa para Scioli ya que pondría en riesgo el delicado equilibrio que tiene con Cristina. Es que la Jefa de Estado apuesta a manejar Diputados con Wado de Pedro como su próximo presidente, y a poner a algún senador cercano como presidente provisional de la Cámara alta (tercero en la línea de sucesión), donde de ser electo Carlos Zannini manejaría a un grupo de legisladores incondicionales. El “Chino” ya amenazó a Scioli con renunciar a su candidatura si se desvía definitivamente del relato K y un acuerdo con Massa de este tipo podría detonar la relación.

Scioli entró en desesperación el sábado cuando Massa no le respondía los insistentes llamados. Furioso, el gobernador le pidió a Alberto Pérez que contacte a Horacio Miró, un poderoso empresario muy cercano a De la Sota. Pero “el Gallego” sigue enojado y no dio ningún gesto de acercamiento. De hecho, está mucho más cerca de un encuentro con Macri.

Massa volverá hoy de sus vacaciones y viajará a Córdoba para reunirse con su socio y definir si tomarán alguna postura concreta. Hasta ahora, se inclinan por no aceptarles cargos ni a Macri ni a Scioli, y seguir planteando una tercera opción. De hecho, este lunes estuvieron a punto de publicar una solicitada escrita por el consultor español Sergio Bendixen, en la que modernizan la tercera posición de Péron: “Ni empresarios ni populistas”.

Una de las razones de esta suerte de indefinición de Massa y De la Sota es que los focus group que mandaron a hacer sobre la idea de un acuerdo con Scioli o Macri, no inclinaron la balanza para ninguno de los dos lados. Esas mediciones dieron un porcentaje similar de deseo de cambio, como de temor a un gobierno de Macri. Además, concluyeron que sus votantes del Conurbano y el Norte esperan una definición clara de cara al ballotage.

La mayor disyuntiva que tienen los socios del frente UNA es que si hacen explícito su apoyo a Macri podrían terminar hundiendo al peronismo, que enfrentaría una derrota catastrófica. Eso pondría en riesgo la idea de Massa y De la Sota de reconstruir el PJ después del 10 de diciembre, ya que los gobernadores y caciques territoriales jamás aceptarían ser conducidos por sus propios verdugos.Pero si apoyan a Scioli como un gesto para esos peronistas que buscan conducir, el riesgo es terminar hundiéndose junto al ex motonauta, ya que en la intimidad creen que terminará imponiéndose la ola de cambio. Sería una derrota política muy costosa.“Macri y Scioli van a necesitar a nuestros diputados, a nuestros senadores, y uno de los dos va a quedar en el camino. ¿Para qué apurarse?”, plantean por ahora en el massismo.

El problema para Scioli también es personal. Massa y su familia le siguen reprochando la actitud que tuvo en 2013, cuando habló de un “autoatentado” en el episodio del espía que se metió a la casa del tigrense. Además, cerca del líder del FR sospechan que el “ladrón” fue protegido por la Policía Bonaerense y el Servicio Penitenciario, conducidos por dos sciolistas puros: Hugo Matzkin y Ricardo Casal.

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