“Nos encontramos con el mismo cuadro de situación que el año pasado, cuando se aplicaron los aumentos del gas de cara a los meses de invierno, en los que se registra un aumento del consumo”, explicó Crexell.

La senadora sostuvo que “como después de la judicialización de esos aumentos, las nuevas subas empezaron regir en octubre, todavía no se sintió en el bolsillo de la población su incidencia en las facturas del invierno”.

Para Crexell, en la práctica, los nuevos cuadros tarifarios de gas anunciados por el Ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, acarrearán un efecto de un “doble aumento” que se montará sobre el que se aplicó en octubre de 2016.

“Esta situación excepcional podría provocar un alza desproporcionada de las tarifas, desoyendo el pedido de la Corte que llamó al Gobierno a tener especial prudencia y rigor a la hora de implementar las alzas tarifarias a fin de asegurar su certeza, gradualidad y razonabilidad”, explicó la senadora neuquina.

Destacó que a su juicio sería aconsejable esperar hasta después del invierno para implementar la suba anunciada el 31 de marzo porque, “ante el sostenido encarecimiento de los precios de la economía y el deterioro del poder adquisitivo de la población”, el incremento generaría “un impacto excesivo sobre el precio de un servicio esencial”.