El Senado, de punta con la Corte Suprema

El Senado, de punta con la Corte Suprema

Ribetes de escándalo tuvo la sesión de ayer del Senado, cuando -por la vía de una circunstancial mayoría de 8 a 5- el cuerpo desconoció un fallo de la Corte creando un precedente de notable gravedad institucional. Fue al avanzar con el pliego de un juzgado que aún no está vacante al no haber decisión judicial firme.

El justicialismo se abroqueló para defender la institucionalidad y advirtió que pondrá el caso en conocimiento de la Corte Suprema. Paralelamente, el Superior Tribunal sumó lo suyo. Más allá del contenido de un fallo que rechaza una cautelar, quedó en evidencia una sórdida manipulación del Tribunal (ver nota aparte).

La controversial situación institucional planteada tras la posibilidad de una colisión en el sistema judicial correntino, frente a la eventualidad de que se nombre un juez para un cargo que aún no tiene definida -legal y técnicamente- una vacante tuvo su preocupante epílogo ayer.

Los senadores, reunidos en el recinto bajo la presidencia de Gustavo Canteros debatieron respecto a la cobertura de un sitial en el Juzgado de Instrucción y Correccional de la Tercera Circunscripción Judicial, con asiento en Mercedes que la propia Corte Suprema de la Nación consideró que se revea su vacancia o no.

El justicialismo decidió marcar la cancha y alegar lo que consideraron un menester institucional, en el sentido de cuidar las formas constitucionales debido a que con el pliego de la doctora Margarita Stella Rivadeneira podría instalar un marco de extrema gravedad institucional, algo que para la bancada radical poco pareciera interesarle.

El que tomó la palabra por la bancada del PJ fue Rubén Pruyas. Advirtió que fue el más alto Tribunal de la Argentina, el que requirió a la Corte provincial que conforme un nuevo tribunal y analice lo actuado por el Jury de Enjuiciamiento que determinó la destitución del juez Fleitas. "No fue ayer ni antes de ayer, fue hace años y el Superior Tribunal siquiera se expidió a favor o en contra", remarcó el legislador, quien además enfatizó en que "es algo grave que ahora el Senado intente ignorar los mandatos de la Corte Suprema que el Superior incumplió".

Para Pruyas, este marco generado por la cúpula del Poder Judicial correntino "dejará a los senadores como protagonistas de una situación que nos demanda una honestidad intelectual absoluta, en el sentido de accionar como corresponde, asegurando las garantías constitucionales establecidas". Y remarcó: "Estamos por tratar un pliego del que nada tenemos en contra respecto a la postulante, sino que lo estamos por hacer por un cargo que no está vacante".

La argumentación peronista exigió la refutación radical, y fue el mandamás correligionario de Corrientes, Sergio Flinta quien pidió voz y recurrió a la semántica para intentar desestimar el planteo opositor.

"¿Hasta el momento, el doctor Fleitas fue repuesto en su cargo?", preguntó el Senador de la UCR a Canteros y al Secretario, los que respondieron que no les constaba información relacionada al respecto. Con esa contestación el "Checho" alegó: "Entonces sí estamos por tratar el pliego de una vacante".

La referencia del médico veterinario, en sí poco seria y no acorde a la naturaleza de la cuestión en tratamiento, no tuvo esta vez el complemento de su par de bancada Noel Breard, cuyo sugestivo silencio no pareció compadecerse con la larga trayectoria parlamentaria y su condición de hombre de Derecho, habitualmente con apego a las formas institucionales.

Terminada la frase, su coequiper Henry Fick mocionó que se aborde la resolución Nº 30, para la audiencia pública a la doctora Margarita Stella Rivadeneira.

Canteros pasó a votación y los números hablaron solos, pero no en el sentido cuantitativo, sino respecto a quiénes están dispuestos a cumplir los pasos institucionales reglados por la Constitución Nacional y quiénes no. El justicialismo, con cinco voluntades (Rubén Bassi, ausente por motivos familiares) buscó dicho objetivo.

La bancada peronista, en armonía con el partido consideró un triunfo el haber rescatado la institucionalidad y el respeto a lo que la Corte es, e implica para el equilibrio de los poderes del Estado.

Hubo una abstención, y fue de la nuevista Nora Nazar, quien excusó su postura debido a que conformó el Jury que destituyó a Fleitas, una actitud que no siguió la camarista Eugenia Sierra de Desimoni en el cuestionado fallo de ayer del Superior (se trata en nota aparte).

Sierra Desimoni había, en su momento, intervenido como miembro del Consejo en la acusación al ex juez Fleitas, tomando posición, lo cual no impidió que ahora vuelva a intervenir luego de que el Presidente la sacara cual conejo de una galera para emitir el primer voto del Superior al rechazar una cautelar, fallo que ni siquiera fue tratado en el ámbito del Senado.

Por su parte, la bancada de ECO alcanzó la mayoría de voluntades y obtuvo lo que desde antes de ingresar al recinto tenían definido, avanzar con el pliego de un cargo que para el oficialismo pareciera de oro, quizás por tratarse de un juez de Mercedes.

CRUCE carolina-checho

Con más ironía que seriedad, el senador Flinta pareció reaccionar cuando la senadora, Carolina Martínez Llano, luego de hacer suyos los dichos de Pruyas advirtió que trasladaría al ámbito de la Corte Suprema el alzamiento del Senado contra el más alto Tribunal de la República.

Ya antes, el Presidente de la UCR había dicho una y otra vez que, no habiendo acuerdo era necesario recurrir a la votación, acaso como si los números mandasen por sobre el cumplimiento o no de un fallo de la Corte.

Consultada por este medio, Carolina dijo que su moción para que el pliego vuelva al Poder Ejecutivo fue en base a los siguientes fundamentos:

1)     "El Presidente del Superior informó sin lugar a dudas que la decisión judicial no está firme.

2)     El rechazo de la medida cautelar hoy notificada no resuelve sobre el fondo de la cuestión ni compromete nunca a su cumplimiento por parte del cuerpo.

3)     Es privativo, como responsabilidad institucional indelegable, que este Senado tiene que fijar un precedente de naturaleza parlamentaria con lo cual queda dicho que -aun con la cautelar- su cumplimiento o no es resorte del cuerpo.

4)     Es pública y notoria la decisión de la Corte Suprema, que -como tal- debe acatarse.

5)     En función a que están corriendo los plazos que llevarían a tener por aprobado al pliego transcurrido los 45 días, es necesario, y así lo propongo, que este Senado, en consideración a que técnicamente no hay vacante, proceda a devolver al Poder Ejecutivo el pliego".

"De tal manera no generaremos un mal precedente en, primer término, de desoír el mandato de la Corte y, en segundo, de avanzar con la cobertura de un cargo que no está vacante sino que está discutido, sin decisión judicial firme.

 

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