Así lo confirmaron a la agencia NA fuentes de Presidencia del Senado, las cuales indicaron que las únicas excepciones serán las personas que aparecen en el listado, pero forman parte del Programa de Inclusión Laboral de Agentes con Discapacidad y Agentes con Hijos con Discapacidad.

El 30 de diciembre, Michetti y el secretario administrativo del Senado, Helio Rebot, firmaron el decreto 1.872 mediante el cual se dispone la baja de 2.035 contratos correspondientes al último año de gestión del ex vicepresidente Amado Boudou, y días después emitieron una resolución complementaria para excluir de la medida a los empleados con discapacidad.

Las fuentes consultadas señalaron que el decreto 1.872 es operativo en sí mismo, es decir, que a partir de su publicación los telegramas de despido comienzan automáticamente a elaborarse y que hasta ahora no fueron enviados, porque la ausencia de gente en el Senado durante enero hizo que la confección fuera más lenta.

No obstante el envío de los telegramas, en Presidencia del Senado aseguraron que todos los contratos están siendo revisados por la Comisión creada para ese fin y que también se evaluarán los resultados que arroje la auditoría que Michetti le encargó a la UBA sobre todas las cuentas de la Cámara alta.

En tanto, continúan las negociaciones de las autoridades del Senado con los sindicatos, especialmente con la Asociación de Personal Legislativo (APL) que encabeza Norberto Di Próspero.

“Estamos en instancias de negociación”, confirmó Di Próspero en diálogo con NA y agregó: “Se está revisando caso por caso, estamos viendo en cada una de las áreas y entendemos que hay que defender a la gente que trabaja”.

Al respecto, el sindicalista -que mantuvo reuniones con Rebot y con el presidente del bloque del Frente para la Victoria, Miguel Angel Pichetto, según indicaron fuentes parlamentarias- señaló que las negociaciones van “bien encaminadas” y subrayó que “no le conviene a nadie que haya conflicto”.

Sin embargo, en su entorno hicieron hincapié en que todavía no tienen constancia de que ningún empleado haya recibido telegramas de despido y deslizaron que si empezaran a llegar la situación tomaría otro tono.

Sobre este punto, señalaron que no descartan recurrir a medidas gremiales o judiciales si los trabajadores comienzan a recibir telegramas en medio del proceso de negociación.