Con el acompañamiento de todos los bloques, el Senado bonaerense aprobó el nombramiento del juez federal Sergio Torres como nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.

 

El magistrado llega para cubrir la vacante que dejó Juan Carlos Hitters, y ahora el máximo tribunal de la provincia vuelve a contar con siete miembros.

 

Uno de los motivos jurídicos por los cuales Vidal eligió a Torres es su especialización en materia penal, un área a la que no se dedica ninguno de los otros seis miembros actuales de la Corte: Eduardo Pettigiani, Eduardo De Lazzari, Daniel Soria, Esteban Genoud, Hilda Kogan y Héctor Negri.

 

El juez Torres suma adhesiones y se encamina a ser elegido en la Suprema Corte bonaerense

La totalidad de los senadores presentes avalaron el pliego de Torres, elevado la semana pasada por la gobernadora María Eugenia Vidal, luego de varias semanas de ser sometido a un proceso de presentación de impugnaciones y adhesiones.

 

El pliego de Torres sumó 387 adhesiones, provenientes de diversos ámbitos académicos, de la sociedad civil, de sectores judiciales, de entidades profesionales y religiosas. Pero también contó con la impugnación de Usina de Justicia, una ONG dirigida por la filósofa Diana Cohen Agrest, de buena sintonía con el Gobierno.

 

De perfil bajo, el magistrado se ganó el respeto de Vidal durante la triple fuga de General Rodríguez, aquel escape de los hermanos Lanatta que tuvo en vilo a la Gobernadora durante sus primeros días de gestión.

 

Por esos días, Vidal desconfiaba de La Bonaerense, del Servicio Penitenciario y de la Procuración. Por eso el gobierno realizó una denuncia a través del ministerio de Seguridad de Nación para que se investigue la fuga.

 

El caso cayó en el juzgado federal de Torres, quien le dio celeridad a la investigación y terminó incluso presionando al fuero provincial. Vidal siempre agradeció el gesto y desde entonces, vía Cristian Ritondo, mantiene un excelente vínculo con el magistrado.