El segundo semestre no arrancó bien para la Coparticipación ni para el Fondo de la Soja, que venía bien pero se “pinchó” en julio

El segundo semestre no arrancó bien para la Coparticipación ni para el Fondo de la Soja, que venía bien pero se “pinchó” en julio

El primer mes del segundo semestre no fue bueno para la Coparticipación Federal de Impuestos que recibe la provincia de Misiones.

Una vez más, como viene sucediendo en los últimos meses, julio cerrará en los próximos días con un incremento en las transferencias por este concepto que rondará el 20 por ciento de incremento respecto al mismo mes del año anterior.

Esto significa que el incremento no alcanzará para cubrir ni la mitad del crecimiento de la inflación, que ya supera el 40 por ciento anual según los sondeos privados.

La consultora Economía & Regiones estimó que Misiones recibirá $1.410 millones en julio, lo cual implicará un aumento de 21,3 por ciento respecto de los $1163 millones que percibió en julio del 2015.

A estas malas noticias, que más o menos están en línea con lo que esperaban todos, se suma una que no estaba en los planes de nadie, al menos hasta hace algunas semanas. El Fondo Federal de la Soja que venía batiendo récords en los últimos meses, ahora se “pinchó” producto de la caída del precio internacional del grano y de la especulación de los cerealeros que esperan por una mejor cotización y también por una corrección del tipo de cambio en la Argentina, que les permita obtener más pesos por sus ventas en dólares.

Según las proyecciones de la consultora, Misiones recibirá 95 millones de pesos por el Fondo Federal Solidario en el mes en curso, lo cual implica un incremento muy magro respecto al año pasado, cuando recibió $85 millones.

“Durante los primeros quince días del mes de julio los precios internacionales de la soja y sus derivados se deterioraron mientras que el tipo de cambio detuvo su depreciación mostrada a finales del mes de junio”, dice E&R.

Según las estimaciones de E&R, el FFS cerraría julio con un incremento de 15 por ciento respecto de julio del año pasado. Es un aumento inferior, incluso, al incremento de la coparticipación.

El FFS si bien implica un envio a las provincias mucho menor que la Coparticipación, al menos fue durante casi todos los meses del año un “cheque” que vino con un incremento mucho más jugoso, producto de la devaluación de diciembre y de la recuperación paulatina del precio de la soja, lo cual incrementó el FFS. Estas condiciones, sin embargo, se deterioraron en el comienzo del esperado segundo semestre. Si bien el dólar en la Argentina no bajó, también es cierto que había comenzado una recuperación de la moneda norteamericana que muchos esperaban que se mantuviera. Algo que no sucedió.

Una tercera parte de lo que recibe la provincia por el FFS se reparte entre los municipios, que en épocas de restricciones financieras encontraban en estas transferencias al menos cierto alivio. Sin embargo, el “viento de cola” pasó a ser “viento de frente” y la caída en el precio de la soja, sumado a una expectativa de devaluación que no se produjo, hicieron que las liquidaciones mermaran.

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