Según una testigo, el ex prefecto decía que su cuerpo era "un arma"

Según una testigo, el ex prefecto decía que su cuerpo era "un arma"
Una ex novia le reveló al fiscal que se jactaba de su fuerza física. En tanto, la familia de Araceli Ramos la despidió en Pablo Podestá. La policía buscó sin éxito en González Catán a Aída Amoroso, de 81 años, la dueña de la casa donde Vinader grabó un video con la víctima.

La brisa de primavera despeinaba la tristeza de Griselda, contenida por el amor de los familiares y amigos que se amontonaban en la puerta de la funeraria de Martín Coronado, en el norte del Conurbano Bonaerense. También estaba su ex esposo Miguel, que viajó desde Misiones junto con sus hermanas Sandra, Rosa Mabel y Macarena. Todos entrelazados por el dolor, con la mirada en nocaut, sin comprender la trama de la historia de terror que tuvo a su hija Araceli como una de las protagonistas principales y al ex prefecto Walter Vinader como el guionista maldito que usó la sangre ajena para escribir su venganza.

Cerca de las 13:30 los familiares de Araceli subieron a los autos y en caravana partieron rumbo al cementerio de Pablo Podestá. Antes, un allegado les pidió a los periodistas que por favor no los siguieran porque preferían una despedida íntima. "No lo podemos creer, parece una pesadilla. Teníamos la esperanza de que apareciera con vida, pero pasó lo peor. El asesino no tiene que salir más de la cárcel, no tiene cura", dijo una amiga de la chica.

Mientras tanto los agentes de la Bonaerense continuaban trabajando en la búsqueda de Aída Amoroso, de 81 años, dueña de la vivienda de Caseros donde los investigadores creen que la joven de 19 años fue asesinada por el acusado.

LA BOLSA DE HUESOS. A media mañana, un grupo de policías llegó a la zona sur de La Matanza. Los oficiales fueron enviados hasta González Catán por el fiscal Enrique Velazco Cerviño, que ordenó que entraran al predio donde funciona la antena de una empresa de telefonía celular con una excavadora para remover la tierra en búsqueda de Amoroso.

El fiscal autorizó el operativo luego de escuchar al remisero que contó que, a mediados de agosto, llevó a Vinader hasta el kilómetro 32 de la Ruta 3. El chofer le detalló a Velazco Cerviño que el sospechoso viajó con unos "bultos importantes", que eran supuestas antenas que tenía que instalar en ese lugar.

Según voceros de la investigación, la comisión policial halló una bolsa plástica con restos óseos enterrada debajo de la antena telefónica. En principio, los peritos creyeron que se trataba de la desaparecida Amoroso, aunque los estudios preliminares confirmaron que en verdad eran huesos de un perro.

"El testimonio de este chofer es importante porque describe que en agosto, en un fecha que coincide con la desaparición de la señora de Caseros, se trasladó junto al imputado hasta ese lugar. Pero por ahora no encontramos nada", precisó una fuente del juzgado a cargo de Mariano Grammatico Mazzari.

Los pesquisas creen que Vinader no actuó solo. La mecánica del crimen de Araceli y la puesta en escena de la chica leyendo el guión donde el imputado culpaba a su ex mujer, y a los policías que lo detuvieron, de haber tenido participación en el homicidio de Verónica Fernández, la mujer de 32 años que apareció muerta el 24 de noviembre de 2012 en Vicente López, orienta la investigación hacia la posible participación de un tercero.

"Con la personalidad que mostró, pueden aparecer más víctimas. No lo descartamos –agregó el vocero– para nada. Una ex pareja que declaró en la fiscalía contó que siempre le decía que su cuerpo era un arma. Es experto en artes marciales y violento."

Los funcionarios no descartan que Araceli, al igual que la mujer hallada en Vicente López, haya sido violada. Sin embargo, el avanzado estado de descomposición que mostró el cuerpo de la chica de Loma Hermosa no ayudó a detectar algún signo de ataque sexual.

VENGANZA. Araceli Ramos desapareció el 30 de septiembre. Había ido a la casa de Puan 3754, en Caseros, a una presunta entrevista laboral. Todo era parte del plan ideado con lógica macabra por Walter Vinader, que la secuestró, la obligó a filmar un video para vengarse de su ex mujer, y luego la habría matado. El cuerpo fue hallado el viernes a la madrugada en un descampado de Villa Madero, gracias a la declaración de un remisero que reconoció a Vinader cuando era trasladado en patrullero. El cadáver estaba embolsado, con las manos y los pies atados con alambre, en posición fetal y dentro de un bolsón.

Pero Araceli no sería la única víctima del ex prefecto. Los investigadores están cada vez más seguros de que además mató a la mujer que apareció muerta en Vicente López; a Aída Amoroso, para quedarse con su casa; y quizás también a su hijo, Emilio Rezzonico, a quien el acusado había conocido en el penal de Olmos mientras purgaba una condena por amenazar y perseguir a su ex pareja. Al cierre de esta edición, Amoroso continuaba desaparecida. Vinader, por su parte, se mantenía en silencio, disfrutando quizás de su obra perversa. «

Entre la venganza y el poder

La perfiladora criminal María Laura Quiñones Urquiza se muestra cauta al momento de definir la conducta de Vinader. "Pienso que es precipitado definirlo como asesino en serie, ya que para ser considerado de esa forma deben comprobarse los demás hechos. El asesino en serie mata por placer y tiene más de tres víctimas, en un tiempo determinado, lo que permite un 'enfriamiento emocional' para obtener una vida integrada a la sociedad."

–¿El placer de Vinader es la venganza?

–De ser culpable de los homicidios que se le imputan, pienso que sus motivaciones serían la venganza pero también la aserción de poder, es decir dejar bien en claro quién es el que manda y controlar la situación.

–¿Por qué se disfrazó de oficial de Prefectura?

–Obedecería a una expresión de deseo o quizás a una simulación para ser asociado con una investidura que juega un rol de orden, corrección, justicia y seguridad, esta investidura para quien pueda creer que es real, lo llevaría a depositar una confianza previa.

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