A poco más de un mes del último robo, en esta oportunidad los delincuentes ingresaron por un paredón que linda con la casa vecina y de esa forma accedieron a los techos de la farmacia, que dan justo a las ventanas de las oficinas de la mutual. Tras forzar un barrote de las rejas, lograron entrar a la oficina de Escudero y con la misma modalidad, ingresaron a los consultorios.

En diálogo con El Eco de Tandil, el mutualista explicó que “todavía no sabemos de los consultorios qué instrumental se han llevado. De mi oficina se llevaron una cámara fotográfica, una filmadora, un celular, un GPS, dinero que había en el cajón del escritorio, uno a veces en la confianza lo deja ahí”. En cuanto al monto de efectivo con que se alzaron, aseguró que aún no determinaron la cantidad.

“Aparentemente han ingresado por el terreno lindero. Hay una casa donde no vive nadie porque la usan de consultorios. De ahí han caído en el techo, rompieron un barrote de la reja y entraron a la oficina. Han sido muy delgados aparentemente porque el espacio para entrar no es muy grande”, indicó.

Y lamentó que “éstas son las cosas a las que estamos expuestos permanentemente. No es la primera vez. Hemos encontrado en dos oportunidades chapas cortadas arriba, pero no han podido lograr su cometido”.

El sistema de

seguridad

En consecuencia con la gran cantidad de robos sufridos por la institución, manifestó que “a partir del lunes diseñaremos todo un sistema integral de luces y cámaras, no sólo en los lugares tradicionales sino que vamos a instalar un sistema de seguridad también en la parte de los techos porque son los lugares por donde en realidad tratan de tener acceso”.

Si bien actualmente poseen alarma, aparentemente no alcanzó a detectar a los malhechores. “En mi oficina estaba conectada y a través del vidrio no ha alcanzado a tomar los movimientos”, afirmó.

Por otro lado, en el techo había varias placas rotas, además de pisadas en las paredes y los escritorios. Al respecto, Escudero sostuvo que “no sé cuál fue la intención en el techo porque hay muchas placas corridas, inclusive hay marcas de zapatillas en la pared, arriba de los escritorios. La verdad no sé si habrán querido meterse en el cielorraso para buscar una salida, no entiendo cuál sería su estrategia o qué habrán pensado, inclusive están las placas rotas como si se hubiesen caído”.

“Ya no sé

en quién

confiar”

Escudero analizó que es evidente que los delincuentes conocían muy bien el lugar, sabían dónde estaba el dinero, cómo ingresar y qué había en cada sector. “Lo que me da tristeza no es lo que me robaron, es que ya no sé en quién confiar”, lamentó.

En cuanto a la pintada que realizaron en su oficina, afirmó que “somos pocos y nos conocemos mucho, así que los muchachos saben cuál es mi posicionamiento político porque pusieron Lunghi en la pared”.

“Pero se deberían fijar bien la ortografía porque lo pusieron con ‘u’ en vez de ‘h’. No sé si en algún otro lado van a robar y van a escribir Escudero para compensar”, bromeó.

Por último, cuestionó que “lamentablemente nos queda contar que por lo menos no había gente adentro, con lo cual se podría haber tenido una reacción distinta. Permanentemente nos están robando, el programa de Scioli todavía no ha dado sus frutos y eso que estuvo por Tandil. Espero que su programa de seguridad pueda solucionar algunos de estos problemas y podamos vivir el Tandil Soñado”.