Fueron demorados durante un control de ruta, minutos después de haber partido de un corralón de chatarra. El cobre habría sido sustraído de los yacimientos petroleros de la zona. Su destino era Buenos Aires.
Allí, y habiendo observado oportunamente que un camión con acoplado había efectuado una carga en la zona urbana de chatarra y bolsas, que presumiblemente contenían cobre, al salir de la localidad fue interceptado en el puesto de control policial denominado “El Mangrullo”. En ese momento se solicitó a sus ocupantes documentación respectiva de la carga, aduciendo los mismos que solamente tenían chatarra, apreciándose también en el detalle del remito la presencia de cobre.
El juez de Instrucción Nº 1 de Pico Truncado, Leonardo Cimini, solicitó la correspondiente requisa del camión a los fines de establecer el contenido de la carga.
Dicha tarea se desarrolló en horas de la tarde, efectuándose una minuciosa inspección donde se incautaron más de 80 bolsas que contenían cables de cobre desnudo de alta tensión de 75, 50 y 35 mm., como así también subterráneo, haciendo un peso total de 2.000 kilogramos, los cuales se hallaban fraccionados en diferentes tamaños y en algunos casos, ocultos en las bolsas abajo de latas.
Dicho material sería presumiblemente producto de ilícitos producidos en el yacimiento petrolero de la zona.
En consecuencia, los individuos que transportaban dichos elementos hacia la provincia de Buenos Aires, establecieron domicilio a disposición del magistrado interviniente.
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