Sebastián Puglisi: “Hay que tomar conciencia de que algunos dirigentes en nuestra ciudad han cumplido su ciclo”

Sebastián Puglisi: “Hay que tomar conciencia de que algunos dirigentes en nuestra ciudad han cumplido su ciclo”

Comienza un año político. Llamamos así a los años en que los argentinos celebramos elecciones. Y digo celebramos con total intencionalidad. Han pasado 33 años desde aquella esperada vuelta a la democracia en diciembre de 1983.

 

Desde aquel momento quienes participamos directamente de la vida política hemos caído en un descrédito, que en buena parte de los casos ha sido provocado por impericia y en otros por corrupción, tanto de quienes ocupan cargos electivos como de aquellos que son designados por las autoridades superiores de turno.

Como vicepresidente de la UCR de General Pueyrredon, un partido político de más de 125 años, estoy profundamente preocupado por ello, porque entiendo que esa falta de confianza lastima a la democracia. Pero debemos volver a “celebrar” elecciones. Desde siempre han existido políticos incompetentes que dan a diario motivos para que se descrea de ellos, sin embargo, es absurdo pretender descalificar a una actividad tan noble (cuando se la desarrolla correctamente) por la ineptitud de algunos que no merecen ejercerla.

Como integrantes de partidos políticos competimos en elecciones con la sana intención de ocupar cargos representativos para poder organizar la sociedad y el Estado, pero creo que lo que está en duda, desde hace algún tiempo es, entre otras cosas, si somos realmente representativos.

¿A quién representa cada candidato? ¿Podríamos aseverar en nuestra ciudad qué partido político representa a cada sector? ¿Somos lo suficientemente claros en las estructuras partidarias para dejar expresadas nuestras posturas? ¿Cuántos “años políticos” han pasado sin que se presenten plataformas electorales? ¿Por qué los representantes legislativos pretenden ser siempre los mismos? ¿Por qué cuándo sienten que están perdiendo oportunidad de triunfo electoral en su partido político recurren a ser cobijados por otros partidos?

Todas preguntas que parecieran no tener respuestas o tener, cuando menos, respuestas ambiguas.

Desde hace un tiempo ya, quienes pretenden ser referentes políticos han dejado de lado la idea de representar a distintos sectores, armando y rearmando su discurso de acuerdo a conveniencias ocasionales. Es momento de que aparezcan ideas propositivas, que permitan pensar y repensar la ciudad que queremos. Pero si quienes pretenden ser representantes del electorado son siempre los mismos personajes, los candidatos históricos, difícilmente puedan aparecer ideas renovadas. Y no tiene que ver con su edad. Tiene que ver con su desarrollo profesional y político. Con su vocación de servicio perdida, y no hay política sin vocación de servicio. Algunos ya han dado todo lo que tenían. ¿Cuál es su ocupación fuera de la política? ¿Cómo se ganan la vida?

Llegó la hora de dar paso a quienes aún no han podido demostrar qué pueden hacer, qué intenciones tienen y cómo van a obrar. No soy ingenuo. Sé que lo que propongo es de difícil concreción. Pero si no seguimos la utopía, si no hay ideales, no hay punto de referencia hacia donde nuestros actos deban ir.

Volvamos a creer que podemos nutrir y mejorar los partidos políticos, aunque parezca utópico. Entre nuevos y viejos militantes. Entre quienes han podido demostrar su capacidad y los que aún no han tenido la chance. Pero con dignidad. Sin arrastrar, como dice el tango, la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.

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