El sciolismo no se siente afectado por el nuevo frente de la oposición

En el entorno del gobernador están convencidos de que la flamante coalición le disputará aliados al Frente Renovador
Sin cambios sustanciales. Ésa fue la definición más escuchada en el sciolismo sobre el impacto de la irrupción del Frente Amplio-UNEN en el posicionamiento del gobernador bonaerense en el tablero político, que mira con más atención los movimientos en el universo del PJ .

En La Plata, ayer se mostraron despreocupados y, en una hipótesis convenientemente extendida en los despachos oficiales, sostuvieron que, en todo caso, tiene más para perder el rival que encabeza las encuestas, Sergio Massa .

La explicación es que el polo que se lanzó anteayer para pelear en 2015 podría arañarle parte del voto anti-Gobierno al Frente Renovador . Y, según el mismo argumento, le hace mella en el electorado que se identifica con el ala no peronista, representada por radicales y referentes de perfil progresista, como Adrián Pérez, que supo estar al lado de Elisa Carrió , una de las flamantes socias del Frente Amplio-UNEN.

"Celebramos la decisión porque fortalece el sistema de partidos y ordena la dispersión", dijo a LA NACION el senador bonaerense Alberto De Fazio, jefe de la agrupación sciolista La Juan Domingo. En su análisis, el lanzamiento del frente fue una gran noticia para el plan presidencial de Daniel Scioli. "Al convertirse en una oferta opositora competitiva, le saca potenciales aliados a Massa. Se divide esa porción de votantes, que no es nuestra, sino radical", detalló.

Otro concepto que pivoteó en las lecturas preliminares es que, según dicen que indican sondeos propios, la gente no se inclinaría por una alianza que trae el recuerdo aún vivo de la fallida experiencia que arrancó en 1999 y concluyó con una crisis social y salida anticipada del poder dos años después.

Por las dudas, desde el kirchnerismo marcaron esa línea. Lo hicieron el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y también el vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, José Ottavis, de la juventud K y con diálogo con el sciolismo. "Tenemos memoria, sabemos cómo termina eso", lanzó el legislador.

"La jugada que hicieron está bien. Juntos embolsan un veintipico y, si no se dinamita el espacio antes, no les alcanza para ganar, pero sí para hacerse de intendencias. Por ejemplo, en el interior de la provincia de Buenos Aires", pronosticó un funcionario bonaerense abocado al punteo territorial.

A Scioli le preocupa más la disputa dentro del peronismo (busca que todos compitan por adentro y no haya fragmentación partidaria) y, por supuesto, la evolución de Massa. Sintió una amenaza mayor cuando Cristina Kirchner nombró a Capitanich, en el que vieron un competidor de fuste si la Presidenta le allanaba el camino de la sucesión.

La eventual incorporación de Mauricio Macri, que genera cortocircuitos en el interior del armado, es vista como una opción improbable por los sciolistas. Creen que implicaría el quiebre del bloque. "La discusión sobre Macri marca también una debilidad: no hay un conductor claro, que es lo que busca la gente", aseguran cerca del gobernador, aunque no arriesgan qué ocurriría si efectivamente se sellara ese pacto.

DE LA SOTA HABLA CON MASSA

El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota, dijo ayer que "no hay ninguna alianza, ninguna decisión tomada, ni propuesta" con Sergio Massa, líder del Frente Renovador, aunque admitió un acercamiento. "Estamos tratando de construir un espacio de respeto, en el que cualquiera sea la manera de pensar, no haya la agresión y desacreditación que se muestra hoy", afirmó el mandatario..

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