Las elecciones legislativas internas están a tan sólo cuatro meses. Una vez más todo pareciera indicar que la polarización política quedará entre el oficialismo que detenta Cambiemos y el justicialismo en sus distintas variantes. Pero una dificultad asoma desde hace meses: nadie muestra a los candidatos y los dirigentes de este sector de la oposición exponen tibios mensajes de sus pasos a seguir. 

En ese sentido, el ex gobernador bonaerense Daniel Scioli pareciera aprovechar el hermetismo del ex ministro de Transporte Florencio Randazzo para sacar a relucir su armado en territorio bonaerense.  A las visitas a Lomas de Zamora, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Escobar, San Miguel, Ituzaingó, y Malvinas Argentinas, pretende sumar la semana próxima Quilmes, Mar del Plata, Tandil, Junín y otras ciudades vecinas. 

 “Son muchos los compañeros que le piden que sea candidato”, confía una fuente cercana a Scioli a este medio.  El acercamiento del ex mandatario provincial, que pareciera llevar el estandarte de Cristina Fernández, con los intendentes tiene una consigna electoral: asegurar que las listas locales las armparán los intendentes y que, incluso, muchos de ellos se sentarán a discutir por espacios en la Legislatura. 

Desde el entorno de Martín Insaurralde remarcan que esta posibilidad les pertenece. “Este es el tiempo de los intendentes y el Grupo Esmeralda está marcando el camino”, se envalentonan, aunque reconocen que Cristina y Scioli miden más de 40 por ciento en Lomas de Zamora y que Randazzo “tiene que trabajar para instalarse”.

“Necesitamos que Randazzo se mueva primero”, remarcan desde el segundo distrito más grande de la provincia. Necesita, aseguran, más tiempo que Cristina o Scioli para ganar las urnas, aunque no se animan a cerrar con ningún posible candidato.

Este análisis que hacen algunos dirigentes desde el Grupo Esmeralda pareciera ser el caballo de batalla que llevará Scioli para conformar su armado político. “Por más que Florencio de la lista completa, banque la campaña y todo lo necesario, una lista de Scioli y Cristina gana por goleada y eso lo saben los intendentes”, insisten desde el sciolismo.

Todo pareciera indicar que  sus ocho años de diálogo con los intendentes le dan alguna ventaja. De hecho, en los últimos diez días logró cruzar la “grieta” del peronismo. Reuniones y recorridas, con fotografías incluida, con dirigentes históricos dirigentes como Alberto Descalzo, o jóvenes con peso territorial como Gustavo Menéndez o Leonardo Nardini, e incluso con los díscolos Martín Insaurralde, Mariano Cascallares, Fernando Grady o Ariel Sujarchuk.  

Mientras tanto Randazzo continúa con las reuniones on los Esmeralda  y el Movimiento Evita y no se decide a jugar. De hecho su última aparición pública fuerte fue en febrero del año pasado junto a Mauricio Macri a instancias de la inauguración de un tramo del servicio eléctrico del tren Roca. Le siguieron algunos almuerzos con escasa trascendencia.

Ahora sólo habrá que esperar los próximos pasos. “A fin de mes está todo cerrado”, analizan algunos dirigentes justicialistas con experiencia. Pero luego de la sorpresa de las últimas elecciones, se necesita más que un vaticinio. Por lo pronto, pareciera que el ex gobernador lleva unos pasos por delante del ex ministro.