Scioli teme que Aníbal le reste votos si gana las primarias

El jefe de Gabinete puede ganar la primaria, pero su imagen negativa complica al gobernador en la provincia.

Aunque nunca cortó su buena relación con Aníbal Fernández, Daniel Scioli se mostró esta semana en varios actos y actividades con Julián Domínguez y, como adelantó LPO, el sábado se comprometió a acompañarlo en una caravana por La Matanza.

No se trata de un simple juego de equilibrios, sino de razones más pragmáticas de construcción política: En el equipo del gobernador detectaron que la alta imagen negativa de Aníbal perjudicaría el objetivo de Scioli ganar en primera vuelta con el 45 por ciento de los votos.

Fernández sigue liderando las encuestas en la provincia pero cualquier medición le otorga un techo electoral por debajo de los 30 puntos y una aplastante imagen negativa que ronda los 70 puntos y lo pone entre los políticos más rechazados de la provincia.

Con un nivel de conocimiento casi total, para acercarse a los 40 puntos el jefe de Gabinete debería lograr que mucha gente que lo desprecia cambie su opinión. Y en el equipo de Scioli no creen posible que se produzca ese milagro electoral.

Mauricio Macri no tiene ese problema, porque María Eugenia Vidal acompaña su crecimiento en la provincia de Buenos Aires, donde pasará el último mes de campaña. Si bien la actual vicejefa de Gobierno hoy no mide más que Aníbal Fernández, según las mediciones que pueden verse en el Observatorio de Encuestas de LPO, su baja imagen negativa no la convierte en un lastre para Macri

Scioli sigue los números de cerca y sabe que para festejar en octubre debe superar los 40 puntos en la provincia, hacer pie en Capital con 30 y ganar por mucho en el norte del país. El jefe de Gabinete no es el mejor aliado para el primero de los objetivos.

En el bunker de Domínguez mostraban entusiasmados sus fotos con Scioli y algunas encuestas en distritos del norte bonaerense donde el gobernador suma un punto más si compite con el diputado en la boleta.

Ese margen tan ajustado puede permitirle evitar un ballotage, un escenario que asusta al bonaerense, preocupado porque ningún sondeo coloca a la fórmula oficialista con el apoyo de más de la mitad del país.

Nexos

Domínguez fue muy crítico con Scioli mientras soñó con ser candidato a presidente, pero ni bien bajó a la Provincia dejó de cuestionarlo.

Uno de los nexos entre ambos es Aldo Carreras, un ex funcionario de Carlos Menem cercano a la Iglesia y de fluida relación con el papa Francisco. Comparte el cargo de asesor del ministro de Trabajo de la provincia, Oscar Cuartango y también de Domínguez.

El diputado nunca ocultó su cercanía con sumo pontífice, a quien muchos le adjudican responsabilidad en su aventura electoral. “Creo que también es de la provincia”, dicen que bromeó el Papa guiñando un ojo y mirando a Domínguez, en un encuentro en el Vaticano con varios dirigentes entre los que estaba Carreras.

Fue la sugerencia elegante del papa Francisco para terminar de convencerlo de que baje a la pelea bonaerense. "Entre al vaticano como candidato a Presidente y salí como candidato a gobernador", comentan que dijo Domínguez luego de esa reunión. Una frase que cerca suyo niegan.

De hecho, la Iglesia ya se metió en la campaña. El 26 de junio, Domínguez y Scioli encabezaron el encuentro de la Pastoral Social en Mar del Plata, al que asistieron opositores como Margarita Stolbizer y Hermes Binner, pero no hubo asiento para Aníbal.

Sin embargo, la campaña de Domínguez todavía no convence al sciolismo. En los nuevos carteles que le hizo el ex secretario de Medios, José "Pepe" Albistur, se lo ve en junto a Scioli pero su nombre casi ni se lee. Un problema importante porque precisamente lo que le falta al presidente de la Cámara de Diputados es conocimiento.

Como bromeaba un histórico operador peronista: "En la provincia estamos complicados, a un candidato no lo conoce nadie y al otro lo conocen demasiado".

Es verdad que apoyo político no falta: los intendentes del conurbano lo acompañan, molestos por la inclusión de Martín Sabbatella como vice del jefe de Gabinete, que lo terminó escondiendo en la boleta.

Y en las próximas semanas planea un acto con agrupaciones puras del kirchnerismo como Martín Fierro y el Movimiento Evita. Pero su alto nivel de desconocimiento no deja de ser un problema.

“Todavía tenemos la mitad de la provincia que no sabe quien es”, admiten algunos dominguistas y esperan varias presentaciones en medios de comunicación para las próximas semanas. Es que aunque sume conocimiento para ganar necesita robarle votos a Fernández, porque ni en la mejor encuesta el FpV llega a 50 puntos en la provincia de Buenos Aires.

Siempre inquieto, Aníbal no deja de mover piezas y logró el apoyo de varios intelectuales y artistas oficialistas, como Ricardo Forster, Lito Cruz y Graciela Dufau. También logró el respaldo de Hebe de Bonafini, que curiosamente de descolgó con durísimas críticas a Scioli. Un movimiento que no pasó desapercibido en el entorno del gobernador, donde no creen en casualidades.

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