Scioli promete que no faltarán dólares si llega a la Presidencia

También aseguró que combatirá la inflación y que “habrá un inmejorable clima de negocios” para todos.

Daniel Scioli había desechado hablar desde una especie de living que los organizadores del 51 Coloquio de IDEA querían diseñar en el escenario del salón central del hotel Sheraton de Mar del Plata, tal vez, para que los candidatos presidenciales se sintieran en un clima más intimista frente a los empresarios, que en esta edición tendrá asistencia récord.

El gobernador pidió -algunos dicen que exigió- un atril: lo consintieron y desde allí buscó enviar anoche señales de tranquilidad al complejo universo de hombres de negocios que lo oyó atento pero que solo lo aplaudió en el inicio y en el final del discurso. Scioli dedicó el pasaje más fuerte de su disertación a un tema sensible: la escasez de dólares en la Argentina, que para él no es tal.

“Yo les puedo asegurar que no va a haber ningún problema con la falta de dólares en la Argentina”, dijo. En seguida pareció buscar con la mirada al economista Miguel Bein, que estaba debajo, en una mesa cercana, y agregó: “Con Bein vamos a generar las condiciones inmejorables para que podamos exportar cada vez más, traer dólares y generar incentivos para la repatriación de capitales. Voy a dar los motivos para que los que ustedes y los argentinos que buscaron preservar sus ahorros estén seguros que acá es donde mejor pueden estar”.

Scioli habló durante 25 minutos. No llegó a probar el rack de cordero patagónico en salsa de malbec, romero y menta acompañado de papas mil feuille: se fue rápido, apenas terminó el discurso. Sus asesores decían que lo hizo tranquilo.

“Era el mensaje que quería dar, el de la previsibilidad. Y los empresarios lo entendieron”, elucubraban. Lo acompañaron, entre otros, además de Bein, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey; el titular de la ANSéS, Diego Bossio, el diputado Julián Domínguez (a quien ayer anunció como eventual ministro de Industria); el economista Miguel Peirano, al que mencionó como número puesto en un banco de desarrollo; y Lino Barañao, el ministro de Ciencia y Tecnología de Cristina.

¿Qué vengo a garantizar como candidato a presidente? -se preguntó Scioli a sí mismo- “Un vigoroso mercado interno. Vengo a empujar de abajo para arriba para incluir trabajadores y hacer crecer a la clase media”, dijo. Y contó, como lo viene haciendo durante la campaña, que él es el candidato “de la gobernabilidad y de la institucionalidad” y el único que eventualmente contará con “respaldo legislativo y de los gobernadores” para impulsar las leyes en la etapa post Cristina Kirchner.

Scioli también quiso, al estilo Scioli –con pequeños matices y sin hacer demasiado ruido ni menciones a la Presidenta y mucho menos a Axel Kicillof— exhibir cierta independencia de la Casa Rosada. “Hay que ir abordando el tema de la inflación –prometió-. Quiero darles tranquilidad, certidumbres, y decirles que habrá un inmejorable clima de negocios para todos ustedes. Voy a cuidar que sus activos valgan más”.

Al pasar, ironizó sobre el llamado “voto útil” que se disputan por estas horas Mauricio Macri y Sergio Massa, que vendrán entfre hoy y mañana al Coloquio. Antes, en diálogo con Clarín, había reafirmado las palabras de Cristina de que no cualquiera puede ser presidente. Dijo: “Tomo sus palabras con alta responsabilidad. Coincido en que es un puesto para quien tenga solidez y probada capacidad. Yo hoy sentí un reconocimiento a los valores que represento en cuanto a esa fortaleza”. Cristina no había sido tan específica con Scioli. Pero su habitual optimismo hizo que el gobernador lo leyera como un gesto hacia él.

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