"Daniel empezó a ofrecer cargos pero previamente consulta en la Casa Rosada", dicen hombres del peronismo. Uno de los ministeriables admitió en absoluta reserva que primero debió pasar por el filtro y el paladar de la propia presidenta Cristina Fernández. De todas formas, el gobernador de Buenos Aires aún no ha decidido llenar todos los casilleros y prefiere reservarse algunos misterios para después de las PASO o eventualmente no antes de la primera vuelta del 25 de octubre. Claro, todo eso si es que gana las elecciones presidenciales.

Un caso emblemático es el Ministerio de Desarrollo Social. Según fuentes confiables, Eduardo Aparicio es el favorito del candidato presidencial a ocupar esa estratégica cartera. Comentan que ya le habría ofrecido a este funcionario que ocupa el mismo cargo a nivel provincial, pero fue vetado desde la Casa Rosada ya que pretenden conservar la influencia de Kolina, la agrupación que responde a Alicia Kirchner, en un área que no quieren entregar por completo. Incluso, dicen que la cuñada presidencial, en caso de no retener la gobernación de Santa Cruz -no la tiene fácil frente al radical Eduardo Costa-, podría conservar su cargo en ese ministerio. Además, el kirchnerismo duro cuestiona el perfil y la gestión de Aparicio en materia de acción social en territorio bonaerense. Pese a que es un hombre de confianza del candidato, los K aún le recelan su origen radical y haber sido secretario privado de Fernando De la Rúa.Dicen las malas lenguas que hasta acompañó al ex presidente en el helicóptero el 20 de diciembre de 2001.

Obviamente en la política es un clásico hacer correr rumores ciertos o interesados respecto a eventuales ministros ya sea para instalarlos o esmerilarlos. También siempre aparecen los "falsos influyentes" que se candidatean o dicen impulsar el nombre de alguien para un cargo. Hasta ahora sólo trascendieron con firmeza dos nombres que parecen fija para desembarcar en un eventual gabinete de Scioli: Sergio Urribarri y Jorge Sapag. El gobernador de Entre Ríos nunca tuvo una buena relación con el bonaerense e incluso siempre se caracterizó por no disimularlo. Ahora ambos se necesitan pero además Urribarri es un hombre de confianza de la Presidente y vería con buenos ojos su desembarco en algún ministerio. Además, la versión fue blanqueada el miércoles por la ministra de gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, la sciolista mas apreciada por Cristina. Tal es así que es la única de ese espacio que logró un lugar preferencial en la lista de diputados nacionales del FPV en el principal distrito del país.

El caso del gobernador de Neuquén se quiere presentar como una decisión de Scioli que analiza la creación de una cartera de Energía. Sin embargo, el acuerdo de Sapag con el kirchnerismo se cerró el año pasado con Cristina. Luego de una dura disputa por la Ley de Hidrocarburos firmaron un armisticio y ahí surgió la idea de CFK de a este gobernador a un cargo ministeriable para administrar Vaca Muerta, una de sus debilidades. Ahora Scioli se sumó a esa movida pero luego de contar con el okey de la señora de Kirchner.

El resto de los nombres que circulan, por ahora, son sólo especulaciones. Resulta muy probable que Alberto Pérez, el hombre de mayor confianza del candidato, sea elegido para ocupar la jefatura de Gabinete o la secretaría general de la Presidencia. Pero la gran incógnita parece ser la sucesión de Axel Kiciloff. Candidatos no hay muchos. Silvina Batakis, la ministra de Hacienda bonaerense, sigue sonando para una primera etapa. Desde el entorno de Carlos Zannini no disgusta la idea que había circulado de convocar a un economista "extrapartidario" como Dante Sica o Eduardo Levy Yeyati. Los dos son más del agrado del kichnerismo que los asesores de cabecera del gobernador, Miguel Beín o Mario Blejer. Pero Scioli, antes los remezones del dólar y las crisis de las economías regionales, volvió a consultarlos esta semana. Se lo vio preocupado por las perspectivas económicas para el segundo semestre, especialmente la disponibilidad de reservas para llegar a octubre o eventualmente al ballotage en noviembre y pagar el BODEN 2015.

La otra dependencia estratégica que le importa a casi todos es la sucesión de Oscar Parrilli en la flamante Agencia Federal de Inteligencia. Se sabe que el neuquino está de salida y hay varios interesados en ocupar ese cargo poderoso. Juan Martín Mena, actual número dos de la AFI, ha logrado encumbrarse y ganarse la confianza de Cristina, obviamente se quiere quedar. Aunque se trata de un cargo de mucha relación personal y directa con el presidente de turno, con lo cual es lógico que Scioli quiere alguien propio y que Mena siga en el puesto que ocupa actualmente. Los memoriosos recuerdan que en mayo de 2003, cuando Néstor Kirchner armaba su gabinete en Santa Cruz antes de asumir, recibió un pedido expreso de su vicepresidente electo para poner a su hermano "Pepe" al frente de la entonces SIDE. En aquella oportunidad no tuvo suerte, así que no sería extraño que intente lo mismo. También se candidatean el sabatellista Marcelo Saín, actual director de la Escuela de Inteligencia y resistido por los barones del Conurbano, y el juez federal Rodolfo Canicoba Corral. Es tanto el poder en juego que aún no hay definición por el despacho del llamado "Señor 5".

Evidentemente, un gran escondedor como Scioli no va mostrar mucho las cartas para no anticipar su juego y no tener roces con Cristina. Seguirá haciendo equilibrio y diciéndole a cada uno lo que quiere escuchar. Como hizo el viernes con los gobernadores del PJ cuando sostuvo: "Necesito que me apoyen para poder tener más fuerza en el Congreso". Algunos de sus interlocutores comentaron maliciosamente por lo bajo que se acordó demasiado tarde, al ya haber entregado a la Presidente la lista de diputados nacionales y senadores de todos los distritos.