Scioli y Massa cruzaron un saludo relámpago en Mendoza

Scioli y Massa cruzaron un saludo relámpago en Mendoza
Los dos rivales políticos conversaron brevemente. Hubo chicanas de los dos lados.
En una fiesta repleta de famosos y personalidades de distintos ámbitos, Sergio Massa desembarcó en la exclusiva estancia San Isidro, propiedad del empresario Daniel Vila, y acaparó todas las miradas. Junto a su esposa Malena Galmarini y sus hijos, el líder del Frente Renovador repartió abrazos y bromas con varios amigos. Concedió varias entrevistas hasta que, minutos después, arribó Daniel Scioli, con quien mantuvo -hasta la última campaña electoral- una excelente relación y debieron juntarse para una improvisada misa.

El reencuentro público fue tibio, aunque hubo algunos síntomas de acercamiento. Primero del lado de Scioli, quien al llegar le consultó a uno de sus colaboradores dónde estaba Massa y encaró para saludarlo. Mientras se acercaba, el de Tigre retribuyó con una guiñada de ojo. Luego, se saludaron amablemente.

También Scioli tuvo buena sintonía con Malena Galmarini, la esposa de Massa, quien respondió afectuosamente el saludo. Sorprendió porque fue el primer encuentro que protagonizaron ambos luego de que en las elecciones, Galmarini insultara al gobernador en un estudio de televisión, furiosa por entender que éste había especulado en torno al robo que sufrió en su casa en el arranque de la campaña electoral de 2013.

Las diferencias quedaron de lado por unos instantes. Y los tres (Karina Rabolini no pudo acompañar al gobernador porque viajó a Estados Unidos) cruzaron comentarios. Algunos no tan dulces: trascendió que Massa lo chicaneó a Scioli por no diferenciarse del Gobierno en el tema código. “Lo tildó de miedoso”, confiaron desde el entorno del ex alcalde de Tigre.

Luego, cada uno enfiló por su lado, aunque también por muy poco tiempo, ya que durante el almuerzo se sentaron en la misma mesa. Junto a Vila, su socio José Luis Manzano y varios dirigentes. Y algunas figuras mediáticas, como Luciana Salazar, quien acompañó al economista Martín Redrado -miembro del equipo massista-; y la modelo Jésica Cirio, que hizo lo propio con Martín Insaurralde. A diferencia del gesto serio con el que se lo vio durante la Asamblea Legislativa en el Congreso, el ex intendente de Lomas de Zamora se movió con mucha soltura en la fiesta. Siempre bien cerca de Cirio y con una sonrisa dibujada, abrazó a Massa y mantuvo breves diálogos con Scioli. Pero Insaurralde no fue el único nexo entre Scioli y Massa. El tigrense charló muy animadamente con el vicegobernador de Mendoza Carlos Ciurca y con algunos intendentes locales que, si bien todavía se mantienen bajo el ala K mendocina, podrían dar el salto próximamente y apoyar a Massa en su ambición presidencial.

Más allá de que abundó la buena onda, Scioli y Massa esquivaron posar solos para la foto, aunque la cámara captó el acercamiento. “¿Podés juntarlos a ellos y a Insaurralde?”, le consultó, con algo de inocencia, una fotógrafa de la organización a un asesor sciolista, quien entre risas respondió clarito: “¿Vos querés que estalle una bomba? Eso es imposible...” Apenas si aceptaron posar para una nutrida foto junto a los anfitriones, el cura que ofició la misa y las reinas de la Vendimia.

Hoy, Massa se dedicará a promocionar su iniciativa para juntar firmas contra la reforma penal.

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