Scioli empieza a mostrar el hartazgo de los gobernadores con Cristina

Scioli empieza a mostrar el hartazgo de los gobernadores con Cristina

Para los mandatarios provinciales la imposición del documento del PJ fue un punto de inflexión

A su estilo, en los últimos días de una semana frenética y siniestra, Daniel Scioli envió diferentes mensajes que lo posicionan de manera diferente en la compleja estrategia que improvisó el gobierno tras la muerte de Alberto Nisman de un balazo en la cabeza.

 

Horas después que los ojos del país se posaran sobre las torres Le Parc de Puerto Madero, el Gobernador mostró un discurso diferente del improvisado por la Casa Rosada. Más cauto y alejado de la conspiraciones, el ex motonauta comenzó a expresarse en sintonía con varios gobernadores.

 

Así, el mandatario bonaerense se corrió de la teoría oficial del “suicidio” instalada por Sergio Berni y pidió investigar la muerte del fiscal que había denunciado a Cristina Kirchner. "La Justicia debe abocarse al esclarecimiento de las circunstancias de su muerte", dijo el ex motonauta en un escueto comunicado cuando las propaladoras oficiales del kirchnerismo afirmaban no había dudas del suicidio.

 

Pero el punto límite parece haber sido el acto del PJ del pasado jueves con el objetivo de que el partido defina su postura respecto de la muerte de Nisman. La reunión tuvo como corolario un documento de respaldo a Cristina Kirchner y un fuerte cuestionamientos a sectores de inteligencia, los medios de la comunicación y la justicia.

 

Horas después del cónclave, el diputado massista Felipe Solá desnudó el mecanismo por el cual el PJ definió ese documento: "Esto no fue discutido, yo se cómo fue la mecánica. Llegó Zannini con un papel y dijo ‘esto es lo que hay que decir’”, dijo el ex gobernador. Nadie de los presentes salió a desmentirlo.

 

Pero además, la foto oficial del encuentro fue más que elocuente: Jorge Capitanich, Antonio Caló, Sergio Urribarri, Julián Domínguez, Wado de Pedro y José Ottavis no dudaron en posicionarse en primera línea. En tanto, Scioli aparece detrás.

 

Tras la reunión, algunos gobernadores presentes en la sede del PJ de Matheu 130 deslizaron que la llegada de Zannini y la imposición de un documento que consideran ajeno a lo que la sociedad necesita expresar fue un punto de inflexión.

 

Y es Scioli quien en las últimas horas comenzó a manifestar y posicionar con el estilo que lo caracteriza el hartazgo de los gobernadores con Cristina. El gobernador bonaerense comenzó a expresar esa ruptura.

 

Horas después del acto, el equipo de comunicación de Scioli dejó trascender a La Nación el malestar del Gobernador con el documento. Según el diario, el propio mandatario le dijo a un colaborador, con resignación: "Bueno, ya está.. Ahora hay que seguir trabajando. Hay que mirar para adelante".

 

En paralelo, y casi con delicadeza quirúrgica, Scioli fue tomando distancia el (cambiante) discurso que se intentó imponer desde la Rosada. "La que tiene que hablar es la Justicia", dijo en Bahía Blanca, tras inaugurar el ciclo académico de la policía local.

 

Las críticas del 'Topo' y la reunión con Mamet

Pero además, Scioli le dio luz verde a su ministro de Asuntos Agrarios, Alejandro "Topo" Rodríguez, para salir a cuestionar el mensaje que impuso Zannini a los jefes del PJ.

 

Rodríguez salió a criticar el "estilo confrontador" del documento del PJ y sostuvo que ese tono era “innecesario”. En diálogo con radio Mitre, el ministro -que ya manifestó duras críticas al kirchnerismo por el sistema de retenciones al campo- aseguró que esa declaración partidaria “generó un impacto tristemente desafortunado en sectores de la sociedad argentina”.

 

Pero además, Scioli se salió de sus declaraciones repetitivas y predecibles durante una entrevista con el diario La Capital de Mar del Plata. "Quiero ser presidente más que nunca para generar tranquilidad”, dijo el candidato en momentos en que un siniestro clima envuelve al país tras la aparición sin vida del cuerpo del fiscal que denunció a la Presidenta.

Durante la entrevista Scioli se muestra lejos de la profunda embestida kirchnerista a periodistas y medios de comunicación y, por el contrario, pide que sea la Justicia quien encuentre "las respuestas que se han planteado detrás de este caso".

Pero además, en un gestó para nada sutil, el Gobernador invitó ayer al flamante embajador de los Estados Unidos, Noah Mamet, a Mar del Plata donde compartieron una reunió a solas y posaron para las fotos. 

El mensaje choca con fuerza con la bajada de línea que propone el kirchnerismo: Esto es un país que busca enfrentar al Imperio. Por caso, vale recordar una de las famosas frases de la Presidenta: "si me pasa algo, que nadie mire hacia el Oriente, miren hacia el Norte", en donde sugirió que podría sufrir un atentado por parte de Estados Unidos.

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