Por Damián Belastegui, corresponsal de NOVA en la gobernación bonaerense

Lógicamente, esos gestos no son novedosos como así tampoco la postura que toma el ex motonauta ante los mismos: no replicar con declaraciones que puedan encender la mecha de una deliberada batalla interna que amague con llevar a la fractura.

Sin dudas, la actitud de “poner la otra mejilla” que conserva el mandatario bonaerense hasta estas Pascuas no corresponde a un seguimiento al pie de la letra de las citas bíblicas (aunque las alusiones al Papa Francisco pueblen la retórica sciolista por estos días) sino a una táctica política que parte de una lectura del escenario electoral que exhibe la necesidad de contar con el apoyo del aparato K para acceder a la Casa Rosada.

Cambio de color, según la ocasión…

Por tal motivo, además de no hacer acuse de recibo de dichos cuestionamientos, D.O.S le dio una vuelta más de rosca a su estrategia comunicacional de cara a los próximos comicios: relegar el color naranja para las acciones de gobierno en el ámbito provincial y focalizar en el celeste y blanco con la leyenda “Scioli para la Victoria” a fin de posicionarse como el mejor candidato del FpV para conservar las riendas del Estado Nacional.

Para esto, el hombre de Villa La Ñata escuchó los consejos de un viejo enemigo íntimo que supo arriar para su redil: el vicegobernador Gabriel Mariotto, el cual aseguró que "la Ola Naranja interpela a un sector de la sociedad por fuera de nuestra prédica", por lo que observó: "hay que ir abandonando el naranja, para ser el candidato del peronismo: celeste y blanco", agregando que Scioli “tiene muchas posibilidades de ser nuestro presidente y aspiro a que eso ocurra".

Todo esto, en el marco de fuertes gestos de alineamiento del bonaerense al Gobierno Nacional, tales como las declaraciones de rotundo apoyo hacia la figura deMáximo Kirchner, calificando de "acciones difamatorias y calumniantes" las versiones de supuestas cuentas bancarias secretas en el exterior a nombre del hijo presidencial y la ex ministra de Defensa Nilda Garré, que se emanaron desde Clarín y un medio periodístico de Brasil.

En la misma línea, legisladores sciolistas ya pusieron en marcha en lo discursivo el flamante perfil de campaña. Así, el diputado provincial Guido Lorenzino ponderó a Scioli como “el mejor candidato”, cuestionando al mismo tiempo a los dirigentes que “lo único que hacen es descalificar”.

Aislar a Florencio

Precisamente, dentro de la bolsa de dirigentes que “lo único que hacen es descalificar”, el armado naranja pone, evitando mencionarlo, a Florencio Randazzoy su tropa, desde donde se han acrecentado las llamas de las críticas hacia Scioli una vez dada a conocer esta nueva campaña gráfica que, además de mostrar al ex motonauta “a favor” de una serie de políticas aplicadas desde 2003, también busca erigir al mandamás bonaerense como el candidato que mejor interpreta la nueva etapa del kirchnerismo.  

“Fracaso rotundo de la ola naranja. Replanteo de campaña y mepa que la nueva grafica se parece mucho a la de @RandazzoF”, escribió vía twitter uno de los más destacados bombarderos del randazzismo: el jefe de Gabinete del Ministerio del Interior y Transporte de la Nación, Aníbal Pittelli.

El ex intendente de Chivilcoy prosiguió irónico en la red social del pajarito: “Campañón de @danielscioli ‘A FAVOR’. Es a favor de todo lo que no hizo". Con la misma tónica, señaló en sendos tuits que “ahora esperamos” que Scioli se manifieste "a favor de la verdad sobre papel prensa", "a favor de publicar declaraciones juradas de bienes" y "a favor del fútbol para todos". En tanto, sobre el afiche donde el gobernador bonaerense se manifiesta "a favor de la recuperación de los trenes argentinos", Pittelli fue contundente: “No podes! No podes @danielscioli es demasiado marketing!”.

A este posicionamiento confrontativo del randazzismo, que responde a la necesidad de tener cierta visibilidad en una interna que sigue teniendo al ministro del Interior y Transporte por debajo de D.O.S en la mayoría de las encuestas, el búnker naranja pretende sacarle jugo en el ámbito del FpV, focalizando en la construcción de una imagen de Scioli como el candidato que busca la unidad y los consensos, en contraste de quienes van al choque.

A su vez, se apunta a consolidar los lazos con otros dirigentes del riñón K, tal como se evidencia en las recientes actividades que el gobernador bonaerense compartió con dos precandidatos a sucederlo en el sillón de Dardo Rocha: el titular de Anses,Diego Bossio, y el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez, quien años atrás fustigó a Scioli con la cita bíblica “A los tibios los vomita Dios”. El tiempo pasó y ahora comparte el Viernes Santo en Tandil con el ex motonauta.

Así, el armado naranja busca aislar a Randazzo y poner a los precandidatos a la gobernación bajo su ala, tal como lo hizo el otrora crítico del sciolismo, Gabriel Mariotto, tomando como herramienta de seducción la premisa de que “pegarse” a la imagen de D.O.S tracciona más votos a sus postulaciones que hacerlo ligado al hombre de los trenes.

Señales

Mientras Scioli afina cada vez más su sintonía K para atraer el voto de ese sector, desde calle 6 observan con buenos ojos algunas señales provenientes de Casa Rosada tales como el anuncio de Cristina Fernández de Kirchner respecto a la baja en las retenciones a los pequeños productores. Inflando el pecho, ese gesto fue tomado por ciertos integrantes de la mesa chica sciolista como un guiño a lo que se venía planteando en cierta medida desde el ámbito bonaerense, más precisamente en la figura del ministro de Asuntos Agrarios, Alejandro “Topo” Rodríguez.

Asimismo, el acercamiento de posiciones entre los dos sectores internos del FpV para el abordaje del proyecto de la “Ley Anti-barras” en el Congreso Nacional, fue recibido con beneplácito desde Provincia, más aún luego de los cachetazos propinados por la diputada kirchnerista Diana Conti al momento de refutar la iniciativa que tipifica el delito de barrabrava y que es fuertemente motorizada desde el Gobierno bonaerense.

Al ser abordado por NOVA sobre este tema, Scioli aseveró que existen marcados avances y que el proyecto “estuvo recibiendo distintos aportes y creo que ya llegó a un consenso para sacarla”.

Bajo este panorama, Daniel Scioli profundiza su alineamiento al Gobierno Nacional buscando no sólo convencer al votante K que lo mira de reojo, sino también allanar el terreno para que aquellos precandidatos a la gobernación bonaerense más ligados al kirchnerismo se muestren, sin tanta culpa, con el candidato “para la Victoria”.