Scioli se aferró a la campaña del miedo y Macri lo pegó al kirchnerismo

Scioli se aferró a la campaña del miedo y Macri lo pegó al kirchnerismo

"¿Daniel en que te han transformado, pareces un panelista de 678", cruzó Macri a Scioli en el primer debate presidencial.

"¿Daniel en que te has transformado, en que te han transformado?, Pareces un panelista de 678, decis una cantidad de mentiras, el problema en la Argentina no es el dólar es el gobierno kirchnerista que no para de mentir", cruzó Mauricio Macri a Daniel Scioli en uno de los cruces más picantes del primer tramo del debate presidencial que se transmite esta noche por todos los canales de la Argentina.

Lo hizo luego que Scioli volvió a acusarlo de planear un "ajuste" y lo ubicó en un "triángulo del retroceso" junto al FMI y los fondos buitres. "Jamás plantee la política en términos de enemistad personal pero siento que sus ideas y propuestas son un peligro para la sociedad", agregó Scioli. 

Nervioso, Scioli se desligó del kirchnerismo tal vez como nunca antes al repetir que "los funcionarios actuales se van el 10 de diciembre", sobre todo ante alusiones de Macri a Aníbal Fernández. Ni con eso se despegó de su mote de candidato del Gobierno. 

Macri le contestó que "fue este gobierno el que viene haciendo un ajuste durísimo porque hace cuatro años que no crecemos" y le recordó además que Cristina Kirchner es "quien ha realizado una de las devaluaciones más grandes del mundo".

Inmune, Scioli repiqueteó una y otra vez que Macri planea un ajuste y una mega devaluacióny subrayó: "Cuando dice que va a levantar el cepo quiero decirle a cada trabajador que representa un recorte en su salario y a las pymes les digo que cuando dice que abrirá la economía les dice que van a pagar este ajuste".

El debate contra todos los pronósticos rápidamente escaló a un cruce picante cuando se trató el primero de los cuatro ejes temáticos propuestos: desarrollo económico y humano. 

Mucho más entretenido con la posibilidad de las repreguntas, permitió que la temperatura vaya escalando. "Espero un intercambio constructivo y como tengo compromiso con la democracia vine pese a que vos no viniste al primero, espero que sea un debate constructivo", había chicaneado Macri en su primera intervención.

Luego lanzó un par de propuestas concretas: el plan de infraestructura más grande de la historia, un plan de vivienda única, extensión de la asignación por hijo a los monotributistas y un plan de primer empleo.  

Scioli las ignoró y siguió con sus chicanas, aferrándose a toda la línea de la campaña del miedo y en dos oportunidades se extralimitó en su tiempo, lo que le mereció una reprimenda del periodista Marcelo Bonelli y una gastada de Macri: "Daniel tenes que respetar los tiempos", le dijo socarrón.

En la primer parte se vio a Macri mas sereno, pero los constantes embates de Scioli provocaron que empezara a enojarse, aunque se esforzó por contenerse. Scioli, cuando recibía preguntas incómodas, como que pensaba de los números de pobreza del Gobierno, directamente no contestaba.

"Ahora entiendo a los periodistas, es imposible que contestes una pregunta", se lamentó Macri, que prometió "no un ajuste, sino una expansión de la economía" y la concreción de "el plan de infraestructura mas importante de la historia, que va a generar 2 millones de puestos de trabajo".

 

"Es obvio que busca una devaluación y ahora escondió a sus economistas porque loe staban sincerando. El se opuso a la recuperación de YPF, de las AFJP, de Aerolíneas", apuntó Scioli.

"Yo no creo que los argentinos tengan miedo, los veo contentos con esperazna, me parece que los que tienen miedo son ustedes porque han abusado del poder porque no quieren volver al llano y perder los privilegios", lo cruzó Macri y agregó "te pido que no hagas de vocero mio, habla de tus temas".

"Daniel en que te han transformado, pareces un panelista de 678", le respondió Macri y le recordó que "vos formas parte del kirchnerismo junto a Milagros Sala, Aníbal Fernández, Máximo Kirchner y ahora decís que vas a hacer algo distinto, porqué no lo hiciste antes".

La parte final

Tan enfocado en atacarlo estaba el gobernador, que cuando el eje temático fue infancia y educación e infancia, pareció que nada había cambiado. Scioli sólo se definió como "defensor de la educación pública" y le recordó haber "cuestionado la creación de 17 universidades", no haber cedido terrenos para realizar Tecnópolis y no apoyar la creación de Arsat. 

Macri lo corrigió, algo que hizo pocas veces: aclaró que está de acuerdo con crear universidades pero no del modo que se hizo "porque el kirchnerismo siempre arruina las buenas ideas". Se indignó porque "el 60% de las atenciones en hospitales de Capital Federal son de gente de la provincia", un tema que no tuvo respuesta del gobernador. 

Ambos hablaron de la primera infancia pero el jefe de Gobierno alertó sobre el bajo nivel de graduación de los secundarios: "de cada 4 sólo 2 se reciben y uno no comprende textos. ¿Cómo van a ir a la Universidad?", se preguntó. 

Y lo interrogó a Scioli si cree que hay un 5% de pobres como dice el Indec. Scioli no respondió porqué nunca había respetado las reglas de juego y se fue tan por las ramas que le permitió a Macri bromear sobre la frustración de los periodistas que le hacen preguntas. 

Pero el gobernador siguió su libreto y citó una reunió con estudiantes de ingeniería para recordarle a Macri que vetó la estatización de YPF; y de paso le enrostró su veto a la ley de fertilización asistida, aún cuando su contrincante ya se había anticipado felicitándolo por esa norma. "Un país que no tiene energía propia no puede crecer", se defendió el jefe de Gobierno.

En su desesperación Scioli no fue claro cuando quiso enrostrarle a Macri no haber aprobado la estatización de Aysa. Quiso apuntar que La Matanza tiene las cloacas que la francesa Suez había planificado para 2020, pero como omitió nombres propios no se entendió nada. 

La segunda parte bajaron los ánimos, pero no el libreto: Scioli agresivo, reiterativo a veces hasta la confusión; un Macri impávido dispuesto a no golpear de más. 

Al hablar de seguridad y derechos humanos el gobernador se jactó de haber llevado la policía bonaerense a 90 mil efectivos. Macri hizo hincapié en el combate al narcotráfico. Anunció la creación de una agencia para combatirlo y chicaneó a Scioli haber dicho que la droga se había insertado en Rosario, cuando las cocinas de paco están en su mayoría en Buenos Aires. "Aníbal Fernández dice que la dorga está de paso", le recordó. 

Scioli tal vez tuvo su mejor remate en la noche: "Si no resolviste el tema de los trapitos en Buenos Aires ¿Cómo vas a resolver el narcotráfico?", bromeó, provocando los primeros aplausos de la noche y el reto del conductor Luis Novaresio. Los asistentes tenían prohibido aplaudir. 

La promesa de Macri sobre un traspaso de la policía federal a la ciudad no logró reacomodarlo. Menos aún cuando tuvo que aclarar que tenía centros de atención a la mujer, pese a haber vetado la ley de trata.

El debate finalizó con fortalecimiento democrático y ahí el jefe del Gobierno retomó el impulso al animarse a proponer utilizar la"cláusula democrática a Venezuela" en el Mercosur y derogar el memorándum de entendimiento con Irán por el atentado a la AMIA.

Fueron las únicas definiciones de la noche sobre política exterior, un tema que parece incomodar a los candidatos. Tal es así que Scioli no respondió y atinó a decir que trabajará con todos los pares de la región, o sea, Venezuela entre ellos. 

Scioli le preguntó al jefe de gobierno porteño "si sostiene que la política de Derechos Humanos es una etapa de la Argentina o tiene el compromiso con la Memoria, la Verdad y la Justicia o tiene otros tipos de compromisos". 

Y le recordó que tiene "funcionarios procesados por haber escuchado a los familiares del atentado" a la AMIA, en referencia a Ciro James.  "Seguis con el cassette de 6,7 y 8", fue la escueta defensa de Macri, 

Nada cambió en los dos minutos que tenían para cerrar: un discurso en tono de spot del jefe de Gobierno, con una exagerada arenga de cierre. No tanto como la vehemencia de Scioli, que volvió a acusar a Macri de planear un ajuste, devaluación. Su gente lo aplaudió a rabiar. Tal vez por el alivio de haber llegado al final. 

 

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