En declaraciones a radio Mitre de Buenos Aires, ayer por la mañana, antes de viajar a Capital Federal para rechazar el proyecto del Impuesto a las Ganancias que impulsa Sergio Massa, junto al kirchnerismo, Schiaretti trató de minimizar una contradicción política, en el sentido de que el fundador del Frente Renovador recibió el apoyo del peronismo cordobés en la primera vuelta electoral para las elecciones presidenciales del año pasado.

“Que el peronismo de Córdoba haya ido el año pasado en una alianza electoral con Massa no significa que seamos parte de su espacio político”, explicó.

Como para no dejar dudas y marcar las diferencias de posicionamiento nacional, el mandatario provincial también respondió sobre la postura de De la Sota, el principal socio nacional de Massa. “El doctor De la Sota puede militar con él (por Massa). En el peronismo de Córdoba no hay un pensamiento único, porque no es un partido estalinista. Somos el peronismo republicano”, graficó Schiaretti respecto a su antecesor, con quien se repartió el poder en los últimos 16 años y medio de gestiones peronistas.

Sorpresa

La definición de Schiaretti sorprendió por el momento. Siempre se supo que el gobernador mantenía una distancia con Massa.

El año pasado, en plena campaña presidencial, Schiaretti sostuvo su apoyo a la candidatura de De la Sota en las Paso.

Luego de que Massa derrotara al referente peronista cordobés en esa pulseada por la candidatura presidencial del espacio Una Nueva Alternativa (UNA), en su condición de gobernador electo, Schiaretti no tuvo participación en el resto de la campaña.

Es cierto que Schiaretti recibió a Massa en el Centro Cívico cada vez que el bonaerense visitó Córdoba, pero nunca hizo público su respaldo político.

En este contexto, algunos voceros delasotistas aseguraron anoche que el exgobernador estaría molesto con las declaraciones de ayer de Schiaretti.

Desde la otra vereda, los schiarettistas argumentan que fue De la Sota quien “tiró de la cuerda” cuando les ordenó a los diputados nacionales de Unión por Córdoba (UPC) que votaran el proyecto que acordaron Massa y los K.

El legislador delasotista Daniel Passerini tildó de “impostor” al Gobierno nacional por su posición en cuanto al Impuesto a las Ganancias. La misma acusación había hecho el presidente Mauricio Macri en contra de Massa.

Minutos antes, el ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, había cuestionado el proyecto opositor.

En medio de un río revuelto, un exdelasotista paladar negro como Carlos Alesandri –secretario de Integración Regional de la provincia– tiró un dardo que pareció destinado a De la Sota. “El PJ de Córdoba se debe una profunda autocrítica y dejar de manejarse por los caprichos o los intereses personales de algunos dirigentes”.

Para cerrar cómo este debate por Ganancias dividió las aguas entre Schiaretti y De la Sota, un encumbrado legislador pronosticó que pueden seguir los nubarrones en el PJ cordobés. “Lo que resta definir es si el peronismo de Córdoba quiere ganar o perder las elecciones legislativas”, en referencia a los dichos de Schiaretti, quien prefiere una campaña de “baja intensidad”, en medio de versiones de un supuesto pacto de “no agresión” con el macrismo.

Impacto fiscal

$6.500 millones de pesos. Es lo que Córdoba recibió este año, al haber recuperado el 15 por ciento de coparticipación. El ministro de Finanzas de Córdoba, Osvaldo Giordano, dijo que es difícil calcular el impacto fiscal que podría tener el proyecto que impulsa la oposición, pero que se podría “consumir” lo que la provincia recuperó este año de coparticipación, luego de un fallo favorable de la Corte Suprema.