Scania, de buses y camiones a la movilidad high tech

Scania, de buses y camiones a la movilidad high tech

Apunta a la interconexión de las flotas y al manejo inteligente de las cargas. 

 

A pocos kilómetros de Estocolmo y rodeado por un lago, como no podía ser de otra manera en una región que es archipiélago, un edificio de ladrillos rojos indica que hemos llegado a Scania, que es en sí misma todo un mundo en su Suecia natal. Con una historia que arranca en 1891 al sur del país, a la que hace mención su nombre, Scania ya no quiere dejar su huella con los camiones y los buses. No es que persiga lo contrario, pero se ha transformado en una compañía del conocimiento y se apura para no llegar tarde. “No nos quedamos de brazos cruzados, no podemos darnos el lujo de dejar de invertir en tecnología para un sistema de transporte inteligente y sustentable”, subraya Matías Carlbaum, vicepresidente de la compañía.

Cerca del edifico central están los laboratorios que investigan para lograr ahorro de combustible que es— junto al salario del rey del camión, el chofer— el mayor costo del transporte de carga. Scania contabiliza 400 patentes de invención y destina 7% de los ingresos a investigación y desarrollo, un área en la que trabajan 4.000 ingenieros, matemáticos y científicos. Posee tres centros en el mundo, uno en Suecia, otro en San Pablo y uno más en India. Entre sus hallazgos se encuentra el diseño aerodinámico de los camiones para que la fuerza del viento favorezca la eficiencia en el uso el combustible.

Pero últimamente está jugando otra carrera y es la conexión en tiempo real de todas las flotas de camiones Scania que circulan por cada país. En lo que definen como un momento Eureka para la compañía, esa conexión permite compartir información, alertar sobre el mejor camino y manejar la carga. “Somos una compañía de tecnología experta en movilidad y si la ruta óptima en vez de ser por tierra es marítima, la recomendaremos sin lugar a duda”, afirma Carlbaum, quien no concibe que un camión viaje vacío. Incluso están invirtiendo en startups especializadas en compartir cargas.

En la Argentina poseen una planta en Tucumán desde 1976 que lidera en cajas de cambio y produce para exportación. Aseguran que podrían vivir un año entero sin vender un solo camión dado el crecimiento de sus servicios in house dentro de las empresas de flota y el sistema de conexión. Ese rubro representa el 19% de la facturación global. De esa manera, están dentro de las mineras, como en Pirquitas, de distribuidoras de combustibles como Luis Carrizo o en firmas de transporte como Vía Bariloche.

“Somos la palanca que ayuda al crecimiento de nuestros clientes; nuestro negocio empieza una vez que vendimos el camión, con la asistencia y el desarrollo conjunto”, dice Hans -Ake Danielsson, de Corporate Relations y que pertenece a ese círculo que en Scania bautizaron el Golden Club: los empleados de más de 20 años en la compañía y que son premiados cada año con la asistencia a los ensayos de la cena de gala de la entrega de los Nobel. Por cierto, el pan y la manteca de Scania son los camiones de larga distancia que recorren en promedio 400 kilómetros por día y que representan el 60% de su facturación. Pero su portafolio es abarcativo si se considera que cada vehículo es a pedido y a medida del cliente, para un abanico de especialidades como los camiones para minería, construcción y desde ya los ómnibus que son el 9% del negocio.

Cuentan que mucho antes del arranque de la globalización, en los años 60, Scania ya implementaba un sistema de producción modular. “El 85% de las piezas de un camión puede combinarse para que sea un traje que calce perfecto en el cliente”, sostiene Carlbaurn. En lo que se adivina como una estrategia de anticipación ante la competencia china, Scania pasó a ser parte desde 2014 del coloso Volkswagen, aunque según aseguran aquí, los manejos son separados y sus marcas compiten. En camiones, Scania tiene el 40% del mercado sueco y el 17% del europeo, donde lidera Mercedes-Benz con 19%. Poseen 1.000 puntos de venta propios y 1.700 concesionarios.

En 2017 vendieron 90.777 vehículos, el margen operativo fue de 10,4% y cuentan con 49.263 empleados. “Nunca tuvimos pérdidas desde 1964”, se jacta Danielsson.

—¿La devaluación en Argentina y la recesión les está haciendo cambiar los planes?, se le preguntó a Carlbaum.

—Lamentamos muchísimo lo que sucede en Argentina. Es nuestro segundo mercado en la región después de Brasil. Pero estamos allá desde hace 42 años y vamos a seguir, estamos preparados, tenemos la piel dura. También hay crisis en Brasil. América Latina está sufriendo con menores tasas de crecimiento y hoy representa el 13% de nuestras ventas cuando supo ser el 20%.

—El mundo está complicado.¿Cuál es la región en la que depositan mayores expectativas?

—Asia, que participa con el 18% de nuestros ingresos. Estamos haciendo acuerdos. Y tenemos muchos desafíos en Europa, que es el 55% de nuestras ventas.

—¿Hacia dónde evoluciona esta industria?

—Fuimos los primeros en poner la computadora en el camión y hoy los camiones tienen 50 computadoras que controlan desde los frenos a los fluidos y facilitan el manejo. Estamos haciendo más eficientes los flujos de transporte y esto es posible porque invertimos más del doble que nuestra competencia en investigación y desarrollo. Hemos firmado un acuerdo con Siemens para implementar un circuito eléctrico para el transporte de carga en China y estamos muy comprometidos en disminuir dramáticamente las emisiones. El sector del transporte es responsable del 30% de las emisiones.Tenemos los buses y camiones con biogas, etanol, biodiesel. En 2025 reduciremos las emisiones a la mitad y en 2040 tendremos cero emisión.Estamos liderando el cambio para el transporte sustentable, esa es nuestra razón de ser, somos parte de algo mayor.

Se acerca el invierno en Estocolmo, después del verano más cálido de los últimos 200 años y una sequía que hizo estragos. Los veladores en casi todas las ventanas se empiezan a encender como una ilusión de esa luz que comienza a fugarse al compás de los días cada vez más cortos en esta ciudad bañada por el Báltico .

El estado de bienestar es vigoroso con la educación y la salud gratuitasjunto a un sistema impositivo que lo hace funcionar. Pero puede haber sorpresas dado el avance de la extrema derecha que consiguió el 17% de los votos. Los filonazis quieren prohibir pedir limosna por su odio al inmigrante.

Curioso, Suecia, uno de los países más caros del mundo, tiene una economía próspera basada en la exportación de tecnología y lidera en equipos, plantas llave en mano de biogas, autos con Volvo y camiones con Scania y en construcciones con Skanska, tristemente célebre en Argentina por haber estado involucrada en un caso de corrupción en los albores del kirchenrismo.

Es llamativo su sistema de producción con equipos de cinco personas que van alternando sus funciones “para evitar la monotonía”. En cada equipo hay un líder y otro que es el Andon, o “luz” en japonés, atento a los detalles para ayudar en el momento justo.

Por tratarse de piezas de gran porte y tonelaje, la planta de camiones utiliza robots solo para la terminación. La manipulación de las piezas y el montaje están a cargo de los operarios en una fabrica en la que la mitad son mujeres.

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