Sarkozy rompió el silencio y rechazó las acusaciones de corrupción

Sarkozy rompió el silencio y rechazó las acusaciones de corrupción
El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy rechazó las acusaciones de corrupción y negó querer retornar a la política, en sus primeras declaraciones públicas desde que se publicaron escuchas telefónicas que podrían agravar sus problemas judiciales.

El político, de 59 años, se halla en el medio de una creciente serie de escándalos que se coronó este mes con revelaciones de medios de que habría intentado obtener información confidencial sobre una de las causas en su contra, algo que se desprendería de escuchas de sus conversaciones con su abogado ordenadas por la Justicia.

Tras mantenerse en silencio desde que un portal de noticias difundiera parte de las escuchas, el conservador Sarkozy rechazó las imputaciones a través de una columna de opinión en el diario Le Figaro dirigida "a los franceses", a quienes no hablaba desde su derrota electoral, hace dos años.

El ex jefe de Estado (2007-2012) afirmó que la situación llegó a tal punto que le hizo considerar que era su deber hablar, ya que en su caso "han sido pisoteados los principios de la República con una violencia inédita y una ausencia de escrúpulos sin precedentes", informó la agencia de noticias EFE.

"Jamás he pedido estar por encima de la ley, pero tampoco puedo aceptar estar por debajo", señaló en un extracto de su artículo adelantado por la edición web de Le Figaro, que publicará la versión completa mañana.

Sarkozy denunció las escuchas a las que fue sometido desde noviembre pasado por los jueces que investigan una presunta financiación ilegal de su campaña electoral de 2007 con fondos del gobierno libio del entonces líder Muammar Kaddafi, una de las seis causas abiertas en su contra.

De las escuchas, publicadas por el sitio web Mediapart, al parecer se desprende que Sarkozy tenía una juez amigo que le pasaba información relativa a otra de las causas en su contra pese al secreto de sumario, y todo a cambio de conseguirle una promoción dentro del Poder Judicial.

Esto "no es un extracto del maravilloso filme `La vida de los otros`, sobre la Alemania del Este y las actividades de la Stasi (la policía política germano-oriental). No se trata de las actuaciones de tal dictador en el mundo contra sus opositores. Se trata de Francia", destacó.

No obstante, aseguró a que acepta "todos los combates, a condición de que sean legales", y mostró su rechazo a que la vida política francesa se haya rendido a "burdas manipulaciones".

También puso en duda las afirmaciones de la ministra de Justicia y el ministro del Interior del actual gobierno socialista del presidente Francois Hollande de que no estaban al tanto de la pinchadura de sus teléfonos.

¿De quién se burlan?", se preguntó Sarkozy en su columna.

El exmandatario galo aprovechó también para desmentir sus intenciones de volver a la primera línea política con una candidatura a las elecciones presidenciales de 2017, una posibilidad que según muchos analistas se ha vuelto poco viable al calor de los problemas legales que acumula Sarkozy.

"Contrariamente a lo que se escribe a diario, no tengo ningún deseo de implicarme hoy en la vida política de nuestro país", concluyó Sarkozy.

Antes de estas declaraciones, Sarkozy había denunciado la inmovilidad de la diplomacia francesa en la crisis de Siria mediante un comunicado emitido en mayo de 2012.

También se expresó a puerta cerrada ante los miembros de su partido, la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) en julio pasado.

Comentá la nota