El reconocido profesional, quien además recibió el premio Konex en su edición 2013, agradeció en su discurso “la generosidad y calidez del profesor Vicente Gutiérrez, quien ha sido una constante guía y consejero invalorable en la madurez de mi carrera quirúrgica”, y subrayó que “como académico recipiendario experimento alegría, responsabilidad, miedo, orgullo. Pero por sobre todo siento un profundo agradecimiento por aquellos que contribuyeron con mi formación, principalmente a mis padres Ema y Eduardo, quienes me criaron en el seno de un hogar lleno de amor, y a mis hermanos María Emma y Diego”.

“También a mi querido Saladillo, donde completé los estudios primarios y secundarios, disfrutando de la calidad inmensa de grandes educadores de la escuela pública, maestros y profesores que contribuyeron a mi formación y me transmitieron valores fundamentales”, sostuvo, “pues haber pasado mi juventud en esa pequeña y hermosa comunidad fue un privilegio y una fortaleza en mi vida”.