Las consecuencias de la irrupción de Gustavo Sáenz en la política venácula ya empezaron a verse. La presencia del intendente en el escenario político, empezó a molestar a algunos dirigentes que ven amenazado su futuro. Uno de ellos es Santiago Godoy, que con una arriesgada maniobra intentó dinamitar la relación entre el jefe comnunal y Juan Manuel Urtubey.

Desde hace varios días, en la Legislatura salteña se negocia quien será el Auditor de la Provincia, por la oposición, cargo que le corresponde al bloque Salta Nos Une. No obstante se dio una extraña situación dentro del mismo bloque, que derivó en que será la Cámara de Diputados, dominada por Godoy, quién decida un cargo que le corresponde a los opositores.

En un primer momento, Lucas Cisneros, diputado romerista, postuló al ex juez Gustavo Ferraris para el cargo, mientras que la mayoría de los diputados del bloque propusieron a Martín Diez Villa para ocupar el lugar de auditor. Esta abrumadora superioridad numérica, llevó a Cisneros a retirar la candidatura del ex magistrado, relacionado estrechamente con Juan Carlos Romero y cercano a un funcionario urtubeysista de primera línea.

No obstante, el presidente del Bloque Salta Nos Une, Alejandro San Millán, llevo ante la comisión de Auditoría de la Cámara de Diputados la postulación de Ferraris, pese a que los miembros de esa misma comisión explicaron que ya existía una propuesta realizada por el mismo bloque, promoviendo para el cargo de auditor al abogado Martín Diez Villa.

Finalmente ambas postulaciones fueron aceptadas, pese a que se incluyó una nota de Cisneros en la que declinaba la postulación de Ferraris, una se aceptó por decisión de la mayoría de los parlamentarios opositores, otra por decisión del mandamás de la Cámara de Diputados.

Para dilucidar el misterio de porque se tomó como válida la doble postulación, hay que hacer un breve análisis. Diez Villa, responde a Gustavo Sáenz y Godoy, un kirchnerista residual, es uno de los más afectados por el crecimiento del jefe comunal, que amenaza con acabar con su influencia política y territorial en la provincia. Por otro lado, Ferraris es un hombre que responde a Juan Carlos Romero cuya crisis política lo llevó a sentarse en la mesa de Urtubey, procurando no pasar al ostrasismo. Pero el ex juez también tiene gente dentro de la estructura del mandatario provincial y se sabe que suma muchas simpatías dentro del Ministerio de Gobierno.

Finalmente, entre tantas idas y vueltas, será la Cámara de Diputados, comandada por un oficialista la que decida quien será el opositor que ocupe el cargo en la auditoría. No obstante, fuentes cercanas al bloque opositor anticiparon que de ser electo Ferraris, harán presentaciones judiciales para evitar que ocupe el lugar en la Auditoría de la Provincia.