Santiago del Estero, donde el 80% de los hogares no tiene cloacas ni gas natural

Santiago del Estero, donde el 80% de los hogares no tiene cloacas ni gas natural
Gobernada por Gerardo Zamora, quien no podrá ser reelecto, la subocupación supera el 12%. Una radiografía.

Hace pocas horas se conoció el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que imposibilita al gobernador de Santiago del Estero, el radical K, Gerardo Zamora, de presentarse por un tercer mandato en las elecciones del próximo domingo. La Corte hizo lugar a un recurso de amparo presentado por el partido radical liderado por Jorge Rached.

Según los datos oficiales del censo del 2010, Santiago del Estero, es la provincia con mayor proporción de hogares sin provisión de agua dentro de una vivienda. A nivel nacional, el 41% carece de ese recurso vital, pero existen distritos, como el Departamento de Figueroa, donde la cifra asciende al 90%. El 80% de los hogares de la provincia no tiene cloacas ni gas natural. Solo cuatro de los 27 Departamentos que componen la provincia tienen sistema de desagüe cloacal. Santiago es la provincia con menor porcentaje de viviendas con “instalaciones sanitarias que incluyan descarga de agua”. O sea, el 40% de las viviendas santiagueñas no tienen ni un inodoro. Junto con Formosa, El Chaco y Misiones, Santiago del Estero encabeza el ranking de las provincias con mayor analfabetismo. El 70% de su población no tiene acceso a una computadora. En los pagos de Gerardo Zamora, las temperaturas suelen superar en verano los 45 grados de temperatura. El 18% de los hogares de la provincia carece de heladera lo cual significa una violación a los derechos humanos básicos. Los niños que nacen allí, toman la leche con la cadena de frío rota. Los sueldos que se pagan en Santiago del Estero son los más bajos del país y el empleo en negro representa el 47% del total, el más alto del país. La subocupación supera el 12%. En la última década, la provincia ha acrecentado su dependencia política del gobierno central. Solo recauda el 10% de lo que gasta. El 90% restante son fondos girados por la Nación en concepto de coparticipación.

Gerardo Zamora se alineó acríticamente con el gobierno de Néstor Kirchner y luego de Cristina. La obsecuencia se paga bien en la década “ganada”. El 60% de esa suma de dinero se utiliza para pagar los sueldos de empleados públicos que han ido en aumento a la par de la desinversión privada y de empresas que han cerrado. El gobierno nacional gira 370 millones de pesos mensuales para pagar los salarios. La suma, en total, trepa a los 600 millones por mes. De las 400 mil personas activas, solo 50 mil trabajan en el sector privado, casi la tercera parte de los empleados estatales.

El radical Emilio Rached fue el compañero de fórmula de Gerardo Zamora cuando ganó las elecciones del 2005 luego del reinado de los Juárez. Su compañero del partido centenario de Leandro N. Alem, fue uno de los primeros en dejarse seducir por la concertación plural convocada por Néstor Kirchner para respaldar la candidatura de su esposa como Presidenta en el 2007. Afirma que en los primeros años de Zamora se terminó con la sensación de miedo que había impuesto el juarismo. Sin embargo, “hoy el gobierno provincial la ha perfeccionado y esa cultura de la falta de libertad, persiste” sentencia Rached.

En las provincias no existen Ministerios de Planificación como a nivel nacional. Para entender el viciado circuito administrativo es fundamental analizar los Ministerios de Economía locales. Allí es donde se planifica la sobrefacturación de obras, se digitan licitaciones y se negocian las tasas de retorno. La justicia cajonea las causas de corrupción, en la mayoría de los casos, vinculados con fastuosas obras públicas de dudosa necesidad ciudadana. Así es que, en Santiago del Estero, la mayoría de sus habitantes no cuentan con una cloaca, un inodoro, una computadora, educación y salud pública de calidad ni un trabajo estable pero pueden visitar el Autódromo de las Termas de Río Hondo inaugurado en mayo del 2008 cuyo costo fue de 420 millones de pesos. Oficialmente la obra, en tres etapas, la última de ellas incluía la construcción de monumental hotel 5 estrellas, fue adjudicada a Mujovi S.R.L. pero, según el senador Luis Juez, detrás de todo estuvo Cristóbal López, el famoso empresario del juego y dueño de medios de comunicación afín al kirchnerismo. En Santiago del Estero, mientras el gobernador viaja, semanalmente, a inaugurar obras como la repavimentación de una ruta casi inutilizada por los ciudadanos, ejecuta un mega complejo edilicio para albergar a los Ministerios de Economía y Educación bautizado como “Torres Gemelas” por 344 millones de pesos o reforma la plaza principal de la capital, sistemáticamente, cada dos años, sus principales funcionarios aumentan sus patrimonios personales.

En Santiago del Estero, como en otras provincias del norte feudal argentino, no existe una condena social y los nuevos ricos ostentan sus bienes, algo que no suelen hacer los funcionarios oficialistas en Capital Federal. Gran parte de la agenda de obras públicas que se realizan en las provincias, es ordenada, previamente, por el Ministerio de Planificación Federal de Julio de Vido quien desconoce las necesidades insatisfechas de los habitantes de esos distritos.

Otras grandes obras que encaró el gobierno de Gerardo Zamora fueron el aeropuerto internacional en Termas de Río Hondo, a tan solo media hora del aeropuerto de la capital y a 90 kilómetros del de Tucumán. Con solo cinco vuelos semanales, la obra inaugurada en julio del 2012, costó 144 millones de pesos. Otra vez, la empresa constructora fue Mijovi S.R.L. Otra ganadora habitual es la empresa Panedile, vinculada con el Ministro Julio de Vido. La constructora, además de quedarse con la licitación de las “Torres Gemelas”, también lo hizo con el rebautizado dique Néstor Kirchner. A pesar de que Cristina Fernández lo inauguró en abril del 2011, el dique aún no funciona plenamente y, como consecuencia de la reparación en la compuerta principal, miles de peces murieron. El presupuesto original se fue incrementando hasta alcanzar la suma de 616 millones de pesos. Originalmente, no iba a costar más de 273 millones. Como el dique no está terminado, los santiagueños recuerdan la videoconferencia de la Presidenta en que, supuestamente, inauguró la obra, con picardía: “Ese día hizo agua”. Y del dicho al hecho, en esta ocasión, hubo un corto trecho ya que, en las zonas aledañas al dique, luego del simulacro de inauguración de la Presidenta, los habitantes de Figueroa sufrieron la peor inundación en 30 años. Poco importó. El día de la teleconferencia, como tantos otros, en Santiago del Estero, hubo cemento para todos y todas.

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