Santiago Cafiero en el Senado: un debut con nervios que dejó muchas dudas

Santiago Cafiero en el Senado: un debut con nervios que dejó muchas dudas

Los nervios le jugaron una mala pasada a Santiago Cafiero en su debut como jefe de Gabinete ante el Senado, en donde le costó mostrar solvencia en la réplica a los cuestionamientos opositores, una características de varios de sus antecesores peronistas en el cargo.

 

Si bien se fue soltando con el correr de la sesión, los nervios traicionaron en varios tramos de sus intervenciones a Cafiero. Como cuando recién arrancó a hablar y trastabilló al agradecerle a Cristina Kirchner por oficiar de anfitriona de la sesión.

Tal vez el hecho de que Cristina Kirchner no se quedara a escuchar la totalidad del discurso inicial del jefe de Gabinete graficó la desazón oficialista, aunque la vicepresidenta se sacó una foto con el funcionario antes de la sesión y al terminar se reunió con él. 

La tensión del funcionario se notó en los primeros minutos de su alocución, cuando se lo vio cerrar los ojos por unos segundos, al menos un par de veces, en un típico gesto de quien busca concentración y tranquilidad interior. En buena parte de su intervención inicial hizo el gesto de mirar para abajo, hacia la mesa donde tenía los apuntes del discurso, Otro recurso al que apeló en varias oportunidades fue el de repetir una frase, en lo que pareció una forma de ganar tiempo mientras trataba de encontrar cómo continuar.

"Le pongo un cuatro, porque si lo aplazo tendría que volver escucharlo", resumió un senador kirchnerista, con un claro tono de desazón, el amargo sabor que dejó en el oficialismo el debut del jefe de Gabinete a la hora de brindar su informe sobre la marcha del Gobierno ante la Cámara alta.

"No dejó una sola definición política", opinó un veterano senador peronista, molesto por lo que, dijo, fue una "repetición de eslóganes" de parte del joven funcionario.

"Sótanos de la democracia", "la culpa es de la pandemia, no de la cuarentena" y una "Argentina para todos y no para unos pocos", fueron algunas de las frases a las que apeló Cafiero en sus 40 minutos de apertura de la sesión especial.

Los senadores del Frente de Todos parecieron intentar apuntalarlo y complementar sus palabras cuando en cada intervención, el bloque usó sus minutos, no para realizarle preguntas al funcionario, sino para salir al cruce de los senadores de la oposición. 

Esto llevó a que la macrista Laura Rodríguez Machado (Córdoba) planteara una moción para que se llamara a los legisladores oficialistas a la cuestión del debate. "Se salen del tema respondiendo por Cafiero", le reclamó la legisladora de Juntos por el Cambio a la vicepresidenta.

"Mire senadora lo único que faltaría es que un senador quiera imponerle a otro senador lo que tiene que decir o lo que no tiene que decir. ¿Sabe qué? Cada senador tiene derecho a hablar en los términos que quiera hablar", replicó Cristina Kirchner.

Más enfáticos que el jefe de Gabinete fueron los senadores oficialistas María de los Ángeles Sacnun (Santa Fe), Carlos Caserio (Córdoba) y Oscar Parrilli (Neuquén) a la hora de replicar las críticas de la oposición. Así ocurrió con la intervención de la mendocina Anabel Fernández Sagasti, que tomó el guante arrojado por Rodríguez Machado y calificó como una "antigüedad" que la opositora haya tildado de "comunista" la decisión de expropiar la empresa Vicentin.

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