Santa Fe, provincia clave para frustrar el quórum a Cambiemos

Santa Fe, provincia clave para frustrar el quórum a Cambiemos

Astrid Hummel, la reemplazante de Anita Martínez, no tuvo tiempo de jurar. Contigiani resistió presiones y no se sentó en su banca

Los diputados santafesinos fueron parte crucial de una jornada histórica ayer en Diputados. Sentados en sus bancas, o parados en los pasillos, intentando dar quórum, o negándolo. Tal cual como lo habían anunciado, o al menos sugerido, todos tomaron la actitud esperada: los de Cambiemos se sentaron en sus bancas, pero no les alcanzó.

Todos los opositores, por el contrario, no dieron quórum, fueron mayoría, e hicieron caer la sesión. Marcos Cleri, Agustín Rossi, Josefina González, Silvina Frana (FpV-PJ); Alejandro Grandinetti, Vanesa Messetani (Frente Renovador); Luis Contigiani (PS); Lucila De Ponti (Movimiento Evita); Alejandra Rodenas (NES) y Alejandro Ramos (Primero Argentina).

El conflicto caliente y tal vez inédito que se dio ayer entre las 14.30 y las 15 hs en el Congreso fue alrededor del debate sobre si había quórum o no. El tablero marcó una situación curiosa, que levantó sospechas: durante unos pocos segundos se leyó el número mágico, 129, pero inmediatamente volvió a bajar a cifras inferiores. El oficialismo insistió que el quórum estaba, pero no consiguió ratificar el número. Una práctica habitual en el Congreso cuando el número está muy ajustado.

Tanto Agustín Rossi como Alejandro Grandinetti (en conversación con LaCapital) coincidieron en un punto obvio: "Si tenés el quórum, lo tenés. Cuando llegas a 129, llegás, y el número no baja", explicó el rosarino Grandinetti a LaCapital.

Diputruchos

Grandinetti es uno de los que abona la hipótesis de los "diputruchos"; en realidad, son muchos los diputados que aseguran que Cambiemos les hizo poner la cola sobre la butaca a dos diputados de la Capital Federal que ayer debían jurar, y luego asumir. Pero para jurar, hay que poner la sesión en marcha, y para poner la sesión en marcha, se necesita quórum.

Consultada por LaCapital, la diputada santafesina de Cambiemos, Gisela Scaglia, que ayer se sentó en su banca, explicó: "Llegamos a los 129", y dio detalles de los nombres, bloques y mini bloques que componen su alianza. Consultada sobre por qué el oficialismo de todos modos levantó la sesión, Scaglia abundó "había un nivel de violencia peligroso dentro y fuera del Congreso".

 

Mascullando bronca

El PRO santafesino masculló bronca ayer por el cambio "tardío" de banca que provocó la renunciante Ana Laura Martínez, que regresó al Concejo municipal, y dejó voluntariamente la Cámara de Diputados. En su lugar, ayer estaba preparada con su mejor vestido, y con su mejor peinado, Astrid Hummel, que ocupó el quinto lugar en la lista del PRO en 2015, y que ocupará la banca que dejó libre Anita. Pero ayer no llegó a jurar, porque no hubo sesión. Y Cambiemos se quedó con un voto menos. Justo el voto que hubiera necesitado para elevar su número de 128 a 129 y asegurar el quórum.

El otro santafesino que ayer tuvo un rol clave (para evitar que el oficialismo consiga abrir la sesión) fue el debutante Luis Contigiani, que luego charló con LaCapital, en Pasos Perdidos. Contigiani llegó al Congreso desde el Ejecutivo de un gobernador firmante del pacto fiscal con la Casa Rosada, Miguel Lifschitz. Resistió presiones, en algún momento dudó si dar quórum o no, pero finalmente no se sentó a su banca. Y ganó. Se lo vio sonriente con la caída de la ley previsional. Nunca olvidará el día de su debut accidentado.

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