Santa Fe necesita más agua potable

Santa Fe necesita más agua potable

La actual planta potabilizadora de agua fue inaugurada en 1907 y, por momentos, funciona al 110 % de sus capacidades.

El inicio de las excavaciones para la construcción de una planta potabilizadora modular en el noroeste de la ciudad representa, sin lugar a dudas, una noticia alentadora. La obra beneficiará a unos 10.000 habitantes de las vecinales Juventud del Norte, Juana Azurduy, Santo Domingo, Santa Marta, parte de Scarafía y sectores aledaños de Yapeyú y Ceferino Namuncurá.

La planta estará ubicada en avenida Berutti y Camino Viejo a Esperanza, junto al Club Social y Deportivo Los Canarios, en el ingreso a barrio Los Troncos.

Se trata de un proyecto que será encarado de manera conjunta por la empresa Aguas Santafesinas (Assa) y el municipio. La provincia construirá la planta y la Municipalidad avanzará en el tendido de las redes domiciliarias.

La concreción de esta obra es un hecho positivo y necesario. Sin embargo, la ciudad de Santa Fe continúa padeciendo un problema de fondo: la actual planta potabilizadora ubicada en barrio Candioti opera por momentos al 110 por ciento de su capacidad. Mientras la ciudad crece y la construcción de nuevos barrios se extiende hacia el norte, no existe manera alguna de garantizarles la provisión de agua potable con la infraestructura existente.

La planta potabilizadora de Assa que funciona en barrio Candioti se inauguró el 1º octubre de 1907. En estos 110 años de existencia -fue ampliada en diversas oportunidades- cumplió con creces las expectativas de quienes la planificaron y ejecutaron a principios del siglo XX.

El plan director de Assa contempla una nueva ampliación de la planta, incluyendo todas las etapas de captación, tratamiento, bombeo y distribución del servicio, con una proyección estimada para cubrir la demanda en los próximos 25 años. De concretarse la obra, permitiría incrementar un 75 % la producción de agua para toda la ciudad.

A mediados del año pasado, este tema generó una serie de discusiones en Santa Fe. En un principio, la obra se encontraba incluida en el plan de infraestructura elaborado por el gobierno provincial y que motivó el pedido de autorización de endeudamiento externo a la Legislatura por 500 millones de dólares. Sin embargo, a último momento, el proyecto terminó siendo retirado de dicho plan.

Por entonces, desde el oficialismo provincial se argumentó que “no tenía sentido” incluir esta obra en los proyectos de infraestructura, porque el gobierno de Mauricio Macri había anunciado un Plan Nacional de Agua Potable y Saneamiento.

Lo cierto es que, más allá de las buenas intenciones, hasta el momento los fondos imprescindibles para la ampliación de la planta no aparecieron. Si se tienen en cuenta las obras de captación de agua, la planta potabilizadora y acueductos, se estima necesaria una inversión de alrededor de 1.000 millones de pesos.

El ministro de Infraestructura y Transporte de Santa Fe, José Garibay, acaba de reiterar que el proyecto fue presentado ante la Nación: “Sentimos el acompañamiento del gobierno nacional que lanzó un programa de inversión, con la decisión de dotar de agua potable a la población al fin de su gestión y esperamos que nos acompañe con el financiamiento”.

 

Santa Fe atraviesa un momento clave de su historia. Las obras de infraestructura fundamentales -el puerto, la planta potabilizadora de agua, el empedrado de las calles, el alumbrado público, los principales hospitales y hasta las grandes escuelas- cumplen un siglo y en gran medida llegan al final de su vida útil.

El futuro de la ciudad depende de las decisiones actuales. Para que Santa Fe logre desarrollarse de manera armónica se hace imprescindible contar con una visión de largo plazo, como aquella que tuvieron quienes fueron capaces de adelantarse un siglo a la realidad que les tocó vivir.

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