En Santa Cruz la deuda familiar es de $ 33,5 mil

En Santa Cruz la deuda familiar es de $ 33,5 mil

Producto del consumo, mejora del bienestar familiar u otras razones, los santacruceños adeudan en promedio unos 33 mil pesos por persona en relación de dependencia, ubicándose por debajo del promedio nacional. El ranking, según un estudio privado, lo encabeza CABA con casi 54 mil pesos y lo cierra San Juan con poco más de $ 15 mil.

Para algunos la toma de crédito permite adelantar consumo cuando los ingresos presentes no son suficientes, para otros es una metodología habitual.Pero el tema es que luego hay que devolver lo prestado. Así, manejado responsablemente, el endeudamiento permite administrar los niveles de consumo presente y futuro más eficientemente, minimizando sus oscilaciones.Pero cuanto más endeudada esté la persona, más difícil es acceder a un nuevo financiamiento, por eso un estudio evaluó cuán endeudadas están las familias argentinas.Así, según indica Félix Piacentini, director de la Consultora NOAnomics, al 31 de diciembre de 2015 el stock nominal de préstamos de todo tipo otorgado a personas en relación de dependencia (familias) alcanzó los $ 303.581 millones, con lo que el endeudamiento promedio del trabajador formal público y privado asciende a los $ 35.111. Por jurisdicción, como siempre, el primer lugar lo ocupa CABA con una deuda media de $ 53.836, siguiendo Tierra del Fuego con $ 48.900, La Pampa ($ 43.217) y Chubut ($ 41.090). Curiosamente siguen tres provincias con ingresos medios de entre los más bajos del país, como son Salta con familias adeudando un promedio de $ 39.574, Misiones con $ 39.116 y Formosa que se ubica en los $ 34.083. En tanto, en el extremo inferior se sitúan San Juan, Catamarca y Río Negro como las provincias con las familias menos endeudadas del país, con una media de $ 15.554, 16.335 y 17.652 respectivamente.En el caso de Santa Cruz, esta se encuentra por debajo del promedio con $ 33.532 por familia.De acuerdo al informe, para comparar entre provincias señalan que una buena medida es calcular el endeudamiento relativo expresado en cantidad de salarios. Así, al 31 de diciembre de 2015 las familias argentinas debían un promedio de 2 salarios brutos, situándose por arriba de esta media Santiago del Estero (3,2), Salta (2,9), CABA (2,7), Misiones (2,6), LA Pampa (2,5), Tucumán (2,3) y Formosa (2,1). Los distritos con familias menos comprometidas son Río Negro, Santa Cruz (1,1), San Juan y Catamarca, con deudas que representan alrededor de un salario bruto mensual.En relación a 2014, el endeudamiento relativo aumentó en 12 provincias, se mantuvo en seis y disminuyó en las seis restantes. Ante la misma expectativa de cambio político y económico, la demanda de crédito por parte de las familias ha reaccionado de manera muy disímil a lo largo del país, con algunas tomando financiamiento para adelantar consumo ante un escenario de incertidumbre en cuanto a ingresos y precios futuros, pero otras mostrando cautela y reduciendo su exposición por el mismo motivo.“Desde 2007 el endeudamiento relativo de las familias (o asalariados) prácticamente no se ha movido mucho alrededor de los 2 salarios brutos, pero en épocas de mayor estabilidad macroeconómica e inflación baja, que permitían plazos de financiación más extensos, la deuda relativa llegó casi 4 salarios”, planteó Félix Piacentini, agregando que “si bien una economía ajustando salarios reales por la inevitabilidad del ajuste, aunque sea gradual, disminuiría las posibilidades de ampliar el acceso al crédito de las familias (ya que es función de sus ingresos), el acomodamiento de las variables macroeconómicas y una lucha exitosa contra la inflación podrían permitir compensar esta fuerza negativa con plazos más largos y tasas más bajas en los nuevos préstamos otorgados, o refinanciación de anteriores”, algo que hasta el momento es difícil de imaginar, toda vez que las tasas en la actualidad están por encima del 40%, cuestión absolutamente prohibitiva.Indica el ejecutivo que “un mayor acceso al crédito puede morigerar el trauma del ajuste en el poder adquisitivo de las familias, brindándoles la posibilidad de evitar bajas tan drásticas en sus trayectorias de consumo hasta que la economía vuelva a crecer” y aclara que si el endeudamiento se hace con responsabilidad, el trance no será tan traumático. “Eso sí, lo que vale para el gobierno vale para las familias. Habrá que hacerlo con responsabilidad, en volúmenes moderados y buscando las mejores condiciones posibles para que no comprometa nuestro futuro”, indica el titular de NOAnomics.

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