El rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, confirmó que ayer fueron sancionados diez de los 26 alumnos acusados por la toma del edificio durante once días de septiembre. Como había adelantado Clarín, se les aplicó 20 amonestaciones a cada uno, por lo que varios quedarán libres. Son del turno tarde y vespertino.

A los chicos del turno mañana se les empezará a comunicar la misma sanción a partir de hoy. Y se continuará mañana. En total, la cantidad de estudiantes que no podrán seguir cursando hasta fin de año en calidad de regulares serían diez, al superar el límite de 24 amonestaciones.

“Los alumnos terminaron la ronda de descargos y ayer los vicerrectores de la tarde y del vespertino ya les comunicaron las sanciones a cada uno”, le confirmó a este diario Zorzoli. Las amonestaciones son por los destrozos que sufrió la escuela durante la toma, “algo que está penado por el reglamento interno de la institución y que los alumnos deben cumplir o hacerse responsables en caso de no hacerlo”, agregó el rector.

Nicolás Cernadas, vocal del centro de estudiantes del colegio, que responde al Partido Obrero, adelantó que las familias de los alumnos sancionados irán a la Justicia. “Presentaremos recursos de amparo para frenar la aplicación de las sanciones. Además vamos a denunciar a Zorzoli por persecución ideológica y discriminación. Nuestro objetivo ya es que el rector se vaya del colegio”, aseguró.

Según pudo saber Clarín, entre los sancionados está la hija de un miembro del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación. De ahí habría surgido la iniciativa de los estudiantes de judicializar el conflicto. Zorzoli reconoció que “una cautelar puede frenar la sanción y si eso ocurre voy a ser respetuoso de la Justicia”. En cuanto a las denuncias que podrían pesar en su contra, el rector prefirió no adelantarse y esperar “a ver de qué se trata”.

La sospecha de que el conflicto por la toma podría judicializarse quedó en evidencia la semana pasada, cuando la mitad de los alumnos acusados por la ocupación del edificio y por los destrozos presentaron como descargo escritos redactados por abogados. Citan normas civiles y constitucionales, en las que los alumnos ahora se basarían para impulsar los recursos de amparo.

La toma del Buenos Aires comenzó el martes 17 de septiembre y se extendió hasta el jueves 26. El colegio, que depende de la Universidad de Buenos Aires, se había plegado en solidaridad con las tomas que habían arrancado el lunes 16 de septiembre los secundarios porteños, en rechazo de la reforma del nivel medio.

Pero todo se complicó cuando cinco alumnos que participaban de la medida de fuerza en el edificio de Bolívar al 200 se metieron por uno de los túneles que corren por debajo de la Manzana de las Luces y profanaron la Iglesia San Ignacio de Loyola. Por ese hecho todavía no hubo sanciones y la investigación avanza a paso lento (ver página 35). Zorzoli ya dijo que esperará a que la Justicia determine si los cinco alumnos señalados son los responsables para luego aplicarles las sanciones pedagógicas correspondientes. Su criterio es que deben ser expulsados porque “no merecen el título”.