En la misma línea es que sostuvo que “muestra una torpeza e irresponsabilidad política de alta gravedad, y una visible desesperación por el fracaso que han tenido sus espurias maniobras de las últimas semanas para denostar al gobierno y al pueblo formoseño”.

Para el legislador peronista, Naidenoff “reafirmando su rol de mercader de la violencia y de la mentira sale a criticar un procedimiento habitual de organismos controladores de la actividad agropecuaria. Nadie debe preocuparse de ser examinado cuando está enteramente en regla. O Buryaile cree que por ser legislador nacional tiene el privilegio de no cumplir con todos los requisitos que si cumplen el resto de los mortales?. Se puede sentir perseguido o intimidado alguien por el solo hecho de tener que desempeñar una actividad privada dentro del marco de las leyes vigentes?”. 

Advierte que “una burda mentira deschava al mentiroso insignificante. El Senador ha traspasado nuevamente imprescindibles reglas de convivencia democrática. No puede ser tan irresponsable de acusar falazmente a un gobierno popular y democrático. Un denunciador serial que utiliza persistentemente un discurso político violento y sin fundamentos no puede presentarse como víctima”.

Para Samaniego, “representa una afrenta a la inteligencia del pueblo formoseño que pretenda erigirse como perseguido alguien que hace del insulto y la difamación su derrotero. Y nos estamos refiriendo a repetidas embestidas que realiza, no solo en términos políticos sino también personales, hacia incluso el primer mandatario”. 

Considera de “alta necedad y torpeza política que el principal partido de la oposición en Formosa continúe en este penoso papel de injuriar a todo lo que hace este gobierno. La ciudadanía formoseña en forma reiterada y de manera contundente le ha dado la espalda a este proceder. No le perdona su obstinada agresividad”. 

Marco asimismo que “la conducción de la UCR descalifica en forma permanente a los que pensamos diferente, no reconociendo ni respetando la diversidad. Lo que tanto critican lo realizan continuamente con inquina e intolerancia. Por otro lado, es extraña la inmediatez y seguridad con que algunos se han sentido aludidos cuando se menciona la palabra caranchos”.

Exhorta Samaniego a que “la UCR debe dejar atrás a dirigentes como el actual presidente del Comité Provincial que se han enquistado artificiosamente en la cúpula radical. Las bases del centenario partido ansían dirigentes que no estén teñidos de corrupción como los que fueron funcionarios protagónicos de Hernández en la gestión municipal capitalina. Los que tuvieron su oportunidad durante largos años y fracasaron deben dar un paso al costado”.

Concluye diciendo que “la política es el espacio idóneo de discusión y debate de una sociedad. El espacio del bien común es el espacio político. Para ello se necesitan actores que demuestren entre otras cosas respeto, buena fe, tolerancia y honestidad, virtudes que escasean en el senador y su reducido grupo de acólitos que ha secuestrado al radicalismo formoseño” .