La salud de Hillary, en el centro de la escena

Luego de que se la vio tambalear, admitieron que sufre neumonía

 

 La salud de Hillary Clinton saltó ayer al centro de la campaña presidencial luego de que sufrió un "golpe de calor" que la obligó a abandonar, llevada en andas, la ceremonia de homenaje a las víctimas de los atentados del 11-S. Horas después, y tras una semana llena de rumores sobre su salud, su equipo admitió que sufre de neumonía.

Un video que circuló en Twitter mostró a una Clinton tambaleante, incapaz de mantenerse en pie y subir por sí sola a su camioneta: fue asistida por dos agentes de su custodia del servicio secreto, rodeada de varias personas, y tropezó al bajar el cordón de la vereda. Clinton fue a descansar en el departamento de su hija, Chelsea. Un rato después, dejó el edificio donde vive su hija, sonriente y saludando a las cámaras que la esperaban, y se fue a su casa.

"Me siento genial. Es un día hermoso en Nueva York", dijo, al salir del edificio.

El episodio encendió una nueva alarma sobre el estado de salud de la demócrata. Días atrás, Clinton sufrió un ataque de tos en un evento que atribuyó a sus alergias. Los republicanos y Donald Trump han puesto su salud en duda.

"La salud de Hillary Clinton ya se convirtió en un tema real en la campaña presidencial", escribió Chris Cillizza, un comentarista político de The Washington Post, que hasta ayer le había restado importancia al tema.

Ayer, la etiqueta "#HillarysHealth" era tendencia en Twitter, y medios y periodistas que habían relativizado las especulaciones se echaron para atrás. Sus médicos no tuvieron más alternativa que hablar ayer sobre la salud.

"Clinton ha estado experimentando una tos relacionada con alergias", dijo Lisa Bardack, su médica personal, que confirmó que "durante la evaluación de su tos prolongada el viernes se le diagnosticó neumonía". Bardack le recetó antibióticos a la candidata demócrata, además de exigirle descanso y cambios en su rutina. La médica finalmente contó que "se está rehidratando y recuperándose bien".

Antes de eso, la campaña de Clinton había brindado una explicación escueta que no terminó de convencer a los escépticos.

"La secretaria Clinton asistió a la ceremonia de conmemoración del 11-S por sólo una hora y treinta minutos para presentar sus respetos y saludar a algunas de las familias de los caídos. Durante la ceremonia sufrió un golpe de calor, por lo que se apartó para ir al departamento de su hija, y se siente mucho mejor", señaló uno de los voceros de Clinton, Nick Merrill.

Además, después del episodio la campaña decidió excluir a los periodistas que siguen a Clinton a todos lados. Otro dato que alimentó suspicacias: no fue una mañana particularmente calurosa en Nueva York; a mediodía, la temperatura rondaba los 28°.

La campaña de Clinton distribuyó en agosto una carta de su médica personal en la que aseguró que gozaba de "excelente salud" y estaba en condiciones de servir como presidenta de su país.

Las especulaciones acerca de la salud de Clinton se remontan a fines de 2012, cuando aún era secretaria de Estado y sufrió un desmayo seguido de una contusión en la cabeza.

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