La salud, cada vez más lejos de los porteños

La salud, cada vez más lejos de los porteños

A la reducción de la cantidad de camas disponibles, se suma la disminución de las internaciones y de las consultas externas. El ajuste "equivale al cierre de los dos hospitales pediátricos de la Ciudad de Buenos Aires o al cierre de dos hospitales generales", según un informe presentado por la Fundación Soberanía Sanitaria (FSS).

Según un informe presentado por la Fundación Soberanía Sanitaria (FSS), durante las gestiones del PRO en la ciudad de Buenos Aires hubo una reducción en la cantidad de camas disponibles en los hospitales y una disminución de las internaciones y consultas externas. Nicolás Kreplak, ex viceministro de Salud y presidente de la FSS, aseguró a PáginaI12 que “falta voluntad política” para revertir esta situación. Por ello, el estudio detalla que “el proyecto sanitario impulsado por el gobierno de Macri y Rodríguez Larreta ha fracasado”.

Según el documento, durante las gestiones del PRO en la Ciudad disminuyeron la cantidad de camas disponibles en los hospitales, las internaciones y las consultas externas. Nicolás Kreplak, ex viceministro de Salud y presidente de la FSS, aseguró que “falta voluntad política” para revertir esta situación. 

De acuerdo con el informe realizado por la FSS, en la ciudad hay 563 camas menos que en 2007, cuando asumió por primera vez Mauricio Macri como Jefe de Gobierno. Según datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad, en 2003 había un promedio de 25 camas cada 10.000 habitantes, mientras que en 2017 esta proporción se redujo a 23 camas cada 10.000 habitantes. La reducción de 563 camas “equivale al cierre de los hospitales pediátricos de la Ciudad (el Gutiérrez y el Elizalde) o al cierre de dos hospitales generales como el Durand y el Santojanni”.

Esto difiere de lo que sucedió en el mismo período a nivel nacional. La FSS afirma que en 2001 había 33 camas cada 10.000 habitantes y esta cifra subió a 37 camas cada 10.000 habitantes en 2016, fecha del último dato disponible. 

La caída en el promedio de camas disponibles en el sistema de salud pública porteño “implica menor capacidad para dar respuesta a necesidades de internación por problemas de salud”, señala el informe. “Lo que es seguro es que no tenemos los hospitales vacíos”, advirtió Kreplak. El estudio también señala una “baja significativa” en los egresos hospitalarios, es decir, la cantidad de pacientes que salieron de un hospital luego de haber sido internados. Al haber menos camas disponibles, los hospitales no tienen la capacidad suficiente para “dar respuesta a las demandas de internación de la población”. Según el ex viceministro, desde el inicio de la gestión PRO “hay 30 mil internaciones menos por año”.

Las consultas externas también disminuyeron. Según el informe, si bien hasta 2013 habían aumentado, a partir de ese año “se observa un descenso ininterrumpido con una caída abrupta en 2017 respecto a 2016 (800 mil consultas externas menos)”. “Para hacer una consulta ambulatoria, que es aquella para la cual vos tenés que pedir un turno, tenés que tener ordenada la vida. Cuando hay precarización laboral, no te podés pedir el día o no tenés dinero para pagar la consulta o el transporte, no vas a hacer las consultas –afirmó Kreplak–. Este mismo patrón se dio en 2001”.

El presidente de la FSS explicó que “hoy la gente se enferma de enfermedades crónicas”, es decir, aquellas que una persona padezca por un período mayor a seis meses, como puede ser la diabetes, la hipertensión o el cáncer. “Esto cambia la demanda del sistema de salud, ya que puede no ser de internación o de guardia, pero sí tendrías que tener más consultas ambulatorias para controlar con tus médicos el impacto de la enfermedad”, sostuvo. Al haber disminuido las consultas ambulatorias, los pacientes recién llegan al hospital ante una emergencia “cuando explota el síntoma y por la guardia”.

El informe registra un aumento en la cantidad de consultas por guardia entre 2008 y 2017. “Tenemos casi 200 mil consultas de guardia más, casi un 10 por ciento más que en 2007”, informó Kreplak, cuando, de acuerdo con el estudio, lo deseable es que el número de consultas ambulatorias sea superior al de guardias, cosa que no sucede en la ciudad de Buenos Aires. “La gente no logra hacerse los controles ambulatorios, entonces las enfermedades crónicas se descontrolan y llegan al hospital con las complicaciones”, lamentó el presidente de FSS y señaló que no existe una disminución en la demanda de atención. “Si vos pasás por un hospital a la mañana, la fila para atenderse da vuelta la esquina. La demanda está, pero no se la da respuesta a la demanda”, aseguró.

Asimismo, el informe denuncia un deterioro en el nivel primario de atención. Si bien Kreplak reconoció que entre 2005 y 2018 las gestiones del PRO abrieron 7 Centros de Salud y Acción Comunitaria (CeSAC) nuevos (pasaron de ser 37 a 44), el número de consultas en estos establecimientos bajó entre 2007 y 2015. “Los CeSAC tienen un 22 por ciento menos de consultas”, señaló el ex viceministro de Salud. “El paradigma de atención en la salud que estamos buscando en la Ciudad es la primaria, que apunta a prevenir, pero hoy el paradigma es hospitalocéntrico”, agregó. En 2007, el 91,1 por ciento de las consultas ambulatorias se realizaba en hospitales y el 8,9 por ciento se hacía en los CeSAC, pero en 2015 esa diferencia se profundizó: las consultas en los hospitales pasaron a ser el 92,8 por ciento. “Los trabajadores de la salud están muy bien preparados, pero lo que falta es la decisión política”, opinó Kreplak. 

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