En Salta, todo va peor con Coca Cola

En Salta, todo va peor con Coca Cola

Más de 50 empleados fueron despedidos de la planta del grupo mexicano Arca Continental. El gobierno dictó la conciliación obligatoria por 15 días pero la empresa sugiere que sólo alarga la agonía. Trabajadores temen despido masivo a mediano plazo. 

Trabajadores con veinte años de antigüedad, otros efectivizados hace pocos meses, algunos que estaban de vacaciones y hasta parte del personal que había presentado carpeta médica fueron despedidos esta semana en la planta de Coca Cola. En total, son 51 los afectados por esta decisión patronal que en las últimas semanas parecía cada vez más cerca.

El lunes, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria entre las partes y los empleados volvieron a sus puestos. El período es por quince días hábiles y puede llegar a extenderse. Mientras tanto, en la planta, el miedo y los rumores no paran de circular. Por su parte, Salta Refrescos S.A., que depende del gigante mexicano Arca Continental, se excusa en la caída de las ventas y pretende pagar la mitad de las indemnizaciones mientras realiza negocios millonarios que amenazan con profundizar aún más el conflicto en el mediano plazo.

Conflicto de la era Macri

A la 1 de la madrugada del lunes 18 de julio, el guardia de seguridad impidió el paso del primero de los 51 empleados despedidos de la planta. Inmediatamente empezó a correr la noticia entre los trabajadores: los rumores que se habían instalado desde 2014 y habían tomado fuerza dos meses atrás finalmente se confirmaban. Se abrían entonces dos caminos: el de la lucha y el del miedo por nuevos despidos.

El conflicto mayor llegó a las seis de la mañana, cuando no pudo ingresar la mayoría de los cesanteados. Los telegramas no sirvieron de nada, llegaron a media mañana, cuando la situación ya estaba desatada, pero contenían un dato que caldeó aún más los ánimos. Mediante un vericueto legal, la empresa Arca Continental, de la que depende Salta Refrescos, propone pagar solamente la mitad de la indemnización correspondiente a cada trabajador. Se basa en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que asegura que “en los casos en que el despido fuese dispuesto por causa de fuerza mayor o por falta o disminución de trabajo no imputable al empleador fehacientemente justificada, el trabajador tendrá derecho a percibir una indemnización equivalente a la mitad de la prevista en el artículo 245”.

La empresa se excusa en la baja en las ventas para justificar los despidos. En los últimos tres meses se percibió una caída del 30%. De cuarenta mil cajones al día que se vendían en Salta se pasó a quince mil. Los cuarenta camiones distribuidores que diariamente realizaban cinco viajes cada uno hoy se redujeron a menos de diez. Los precios de algunos productos bajaron y hasta se ofrecen promociones en los comercios. Pero los trabajadores consideran que la crisis no debe recaer sobre sus espaldas. Creen que no hay un problema económico, ya que desde que Arca Continental se hizo cargo de Salta Refrescos diferentes cambios costosos han sido frecuentes y aún hoy hay construcciones que se llevan a cabo dentro de la planta.

Plan a mediano plazo

La versión de las bajas ventas como excusa para despedir a los trabajadores no prende en todos los empleados, que ven la medida como un plan que podría derivar en un cierre de la planta en la ciudad.

Se trata de uno de los tantos rumores que están dando vueltas desde hace años y que hasta ahora no se habían concretado. Pero el de los cincuenta nombres se cumplió y ahora los anteriores cobran más protagonismo.

La planta cuenta con 400 empleados que pertenecen al Sindicato Unido de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas y Afines (SUTIAGA), quienes son los que padecen el conflicto. Además, hay empleados tercerizados en limpieza, distribución y seguridad. También personal temporario que suele ser contratado por tres meses y gozar de una extensión de noventa días más para convertirse en efectivos recién después de dos o tres temporadas bajo ese régimen. Desde hace dos años hay contratos mensuales. Además de Coca Cola, se produce y distribuyen bebidas como Cepita, Powerade y Kin. La empresa posee tres turnos: de 6 a 14, de 14 a 22 y de 22 a 6. La mitad de los despedidos pertenecen al turno noche.

El último fin de semana la planta trabajó de una manera que no se corresponde con una crisis de ventas. La empresa decidió que cien trabajadores mantuvieran la producción hasta el mediodía del domingo, 24 horas más de lo habitual. Desde principios de año que no sucedía. Esas horas extra son codiciadas, ya que después del mediodía del sábado se pagan 500 pesos. El lunes, cuando se desató el conflicto y se pararon las máquinas, la cantidad de productos no se alteró. Ya había reservas.

El secretario general de SUTIAGA, Juan Carlos Ortega, tenía previsto viajar a primera hora del lunes a Buenos Aires para comenzar a discutir paritarias. Lo iban a acompañar sus más cercanos colaboradores del Sindicato. El viaje se canceló cuando el primer trabajador despedido no pudo ingresar a la planta. Si Ortega y los suyos abordaban el avión, los trabajadores no iban a estar representados.

Sin embargo, Ortega se quedó y cuando la protesta ya ocupaba todas las tapas de los portales informativos, recibió el llamado de Gabriel Rumi, gerente de Recursos Humanos de la empresa, quien le dijo “vayan a laburar, no hagan el ridículo”. El paro tenía casi un 100% de adhesión.

Mal no le va

Arca Continental está al frente de la planta salteña desde enero de 2009. En septiembre de 2011, la empresa eligió a Salta como la central corporativa de la empresa en el país. A través de Salta Refrescos, el gigantesco grupo mexicano abastece de los productos de Coca Cola a todo el Norte argentino. Posee tres plantas de producción en toda la región (Salta, Tucumán y Formosa) y hace nueve meses anunció una inversión de 70 millones de dólares para la construcción de una nueva planta en la ciudad de Corrientes. Muchos trabajadores consideran que cuando la planta correntina esté lista, Salta correrá peligro, tal como sucedió con las de Jujuy y Catamarca, que fueron cerradas.

En abril de este año, la empresa desembolsó 40 millones de dólares para quedarse con el ingenio La Fronterita (Famaillá, Tucumán), que produce 90 mil toneladas de azúcar por año.

Arca Continental es el segundo embotellador más grande de Coca Cola en América Latina y el tercero en el mundo. Según un informe reciente publicado por la empresa, en nuestro país el volumen de ventas disminuyó 15.7% en el segundo trimestre de este año. Sin embargo, las ventas netas a nivel global durante el mismo período alcanzaron los 19 mil millones de pesos argentinos, un 27.9% más respecto del 2015.

La empresa mexicana instaló la modernidad CEO en Salta Refrescos: publica revistas corporativas para los trabajadores; organiza diversas actividades, campañas y eventos; los trabajadores son llamados “colaboradores” y pueden acceder a clases de gimnasia o a cursos de valores humanos. También se realizan voluntariados. Invierten en que el empleado se crea especial, una manera muy amable de seducirlos, un colchón de buena onda donde sostenerse, por ejemplo en verano, cuando se trabaja dos semanas seguidas doce horas por día.

Guarda que te echan

La situación de los trabajadores de Coca Cola no es la única alarmante en nuestra provincia. Esta semana, la empresa Massalin Particulares, que cuenta con 2.600 empleados, cerró una planta de acopio en Tucumán, donde trabajaban 20 personas, y echó a 60 en plantas de Corrientes y Buenos Aires.

En Salta no hubo novedades, pero los trabajadores del establecimiento ubicado en Rosario de Lerma están alertas, al igual que los de Jujuy y Misiones.

Según comunicó la empresa la suba del precio de los cigarrillos provocó una caída en el consumo, por lo que se generó “una capacidad ociosa imposible de sostener”. Para Massalin, los despidos son “un plan de acción” que garantiza “la sustentabilidad de sus operaciones en el país, donde está presente desde hace 115 años”.

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