Un jubilado se sorprendió cuando salió de un bar y se encontró con que su camioneta había sido impactada por unos nueve disparos. Los investigadores se encuentran desorientados porque no habría motivos para que le dejaran el “mensaje mafioso” al propietario de la camioneta Toyota Hilux. El hecho se registró en la madrugada de ayer en la intersección de la avenida Kirchner y Munster en la ciudad de Río Gallegos, donde un ex empleado de la empresa Servicios Públicos de 59 años de edad dejó estacionada su camioneta, para ir un momento a un bar de esa zona. Permaneció casi dos horas, de las 4 a las 6, y en ese local se encontró con un sobrino, con quien se retiró luego de compartir unas cervezas. Al llegar a la esquina donde se encontraba la camioneta, sobre calle Munster, se percató de la rotura de dos de las ventanillas del lado del conductor, y los orificios de bala en las puertas. Luego se supo que eran unos ocho los impactos en las puertas. El hombre y su sobrino ante el atentado dieron aviso a la Policía, y los primeros en llegar fueron los efectivos del Comando Radioeléctrico y luego de la Comisaría Segunda por jurisdicción. 

Sin pistas firmes Las pericias en el sitio estuvieron a cargo de la División Criminalística, que confirmaron los nueve disparos contra el rodado, y que los mismos habían sido realizados con un arma calibre 9 milímetros. En tanto que personal de la Comisaría Segunda trataba de conocer si algún vecino de la zona había visto a los desconocidos que realizaron los disparos, pero nadie pudo aportar información a la investigación. Muchos afirmaron que ni escucharon nada raro durante la madrugada. Para los investigadores hay dos hipótesis, que haya habido un incidente en el bar, y que eso haya derivado en una venganza, que terminó con los disparos contra el vehículo. Ya que hay casos anteriores que terminaron con automóviles parcialmente incendiados. También especulan que quien haya disparado se equivocó de rodado. Esta es aún más fuerte, ya que el propietario no tendría inconvenientes con terceros, tanto dentro del bar como en su vida particular. Sin embargo, el Juzgado de Instrucción Nº 3 ordenó que prosiga la investigación en conjunto con la División Delitos Complejos.