"El Salado está reducido a una mínima expresión. Esto tiene que ver con el hecho de que sus afluentes básicos se encuentran en Mendoza y San Juan, que lo vienen cortando con sus obras aguas arriba", denunció el historiador pampeano.

La disminución del caudal comenzó hace muchos años, con la construcción de la represa Ullum en el río San Juan, principal afluente del Salado. Esa obra precedió a otras dos similares, Los Caracoles y Punta Negra, que también afectaron al río provincial.

"Ahora se habla de una nueva obra que, si finalmente se lleva a cabo, estaría condenando al Salado", aseguró el docente universitario, consultado por Diario Textual.

"A esa situación hay que sumarle que los ríos Mendoza, Tunuyán y Diamante, que tampoco llegan a la cuenca, originalmente alimentaban al Salado", agregó Hernández.

El profesor indicó que San Juan tiene una actitud tan o más cerrada que Mendoza, a tal extremo que ha llegado a negar que el río San Juan sea afluente del Salado pese a que le aportaba el sesenta por ciento del caudal.

Hernández, con una vasta trayectoria en el tema hídrico, recordó que cuando el río venía a La Pampa con 40 o 50 m3/s tenía una salinidad baja, estimada entre tres o cuatro miligramos por litro, que, a su vez, recargaba un acuífero que los puesteros del oeste consumían.

Comentó que existía un corredor de peces que alimentaban a una determinada fauna y hasta había pesca en la laguna La Dulce, cerca de Puelches. "El corte está causando un daño ambiental terrible, con una voladura de sal que perjudica el pasto de la zona y reduce la capacidad de crianza de todo tipo de ganado", explicó el docente.

A su vez, resaltó, esta situación dio lugar a una actividad económica poco "atractiva" que hizo que la gente de los puestos empiece a irse. "Los departamentos Lihué Calel, Curacó y Limay Mahuida tienen una despoblación comparada a la Antártida", dijo.

El Salado está ingresando con un caudal aproximado de medio metro cúbico por segundo. "El tema es muy crítico por que cómo se hace para retrotraer al río", se preguntó el especialista.

Recordó que los primeros cortes comenzaron alrededor de 1920, fecha en la que se iniciaron las primeras obras de magnitud en San Juan. Pero resaltó que las consecuencias más severas para el cauce se remontan a obras realizadas en 1940 y en 2000.

Ayer, diputados provinciales le pidieron al Ejecutivo que instruya al fiscal de Estado, José Vanini, para accionar judicialmente contra las provincias que están cortando el río Salado-Chadileuvú. En caso de concretarse, se sumará a la demanda que ya hay contra Mendoza por el corte del Atuel.