La sucesión de bloqueos intencionales en la red de desagües platenses, que durante las últimas semanas se manifestó tanto en el barrio Las Palmeras como en Villa Castells, sumó ayer un nuevo episodio en Los Hornos. Esta vez, el tendido afectado fue el cloacal: operarios de Aguas Bonaerenses detectaron bajo una tapa de registro de 141 y 58 la presencia de una obstrucción provocada por troncos y piedras.

La cuadrilla de la empresa provincial realizaba un control de rutina

en la zona aledaña con el barrio De Cano Funes, frecuentemente jaqueado por los desbordes de aguas servidas, cuando descubrió que el sondeo no llegaba tan profundo como era esperado; al indagar, se encontraron cinco gruesos “tocones” de madera y varios trozos de concreto.

Después de varias horas de arduo trabajo, el tapón fue removido y extraído con sogas y palancas. Desde la Comuna se recordó que los “sabotajes” de este tipo se vienen reiterando en diferentes puntos del partido.

El mes pasado, tras una fuerte lluvia que generó anegamientos inusuales en un vasto sector de Los Hornos, personal de la dirección de Hidráulica municipal detectó el bloqueo de diferentes canales y zanjones que aportan su caudal al arroyo Regimiento, principal desagüe del barrio Las Palmeras -70 a 74 y 139 a 155- y sus inmediaciones.

Anteayer se agregó a la lista de intervenciones anónimas un “dique casero” montado sobre 2 y 484, para contener el flujo del principal canal de drenaje con que cuenta Villa Castells. Un auto quemado y restos de escombros fueron los medios para intentar que parte de la zona se inundara con la próxima precipitación.

La Comuna se presentó ante la Justicia en cada uno de los casos mencionados, pidiendo que se investigue y sancione a los responsables. Y lo mismo harán con este último episodio. “Sabotear el sistema de desagües pone en riesgo a toda la población” señaló el secretario de Coordinación local, Oscar Negrelli: “esto no es casualidad, como a fin de año sugerían algunos dirigentes de la oposición. Acá quien está detrás de todo esto sabe el daño que puede causar. Es grave y es premeditado, y puede costar vidas. Ojalá pudiésemos pensar que este delirio es causado por un loco aislado o un desaprensivo, pero lamentablemente no lo podemos desvincular de la cuestión electoral”.