Sabía que estaba en la mira de la Justicia antes de ser funcionario

Sabía que estaba en la mira de la Justicia antes de ser funcionario

Emiliano Giri se había reunido con el fiscal que interviene en la causa, Jorge Paolini, el año pasado. Los testigos marplatenses declararon en el mismo período.

Antes de convertirse en funcionario de la gestión del intendente Carlos Arroyo, Emiliano Giri ya estaba al tanto de que la Justicia platense lo tenía en la mira por el fraude cometido contra el Astillero Río Santiago.

Si bien es probable que el empresario no imaginara que terminaría siendo detenido y acusado de ser partícipe necesario de una estafa millonaria, sí era consciente de que varios testigos lo estaban comprometiendo cada vez más en la investigación que llevaba adelante el fiscal de Delitos Complejos de La Plata, Jorge Paolini.

Es que algunos de los damnificados que debieron declarar ante el funcionario a comienzos de 2015 se encargaron de advertirle que la Justicia estaba preguntando por él con insistencia.

Giri no se quedó quieto. Se enteró de que el fiscal estaba en Mar del Plata realizando tareas de investigación y accedió a un dato preciso: el lugar en el cual el funcionario estaba tomando declaraciones.

Se trataba de un bar por el que ya habían desfilado varias personas que aseguraban haberle entregado a Giri sus datos personales, y que desconociéndolo, habían terminado siendo designadas en el Astillero Río Santiago en cargos cuyos salarios eran de entre 20 a los 30 mil pesos.

Entre ellos había desocupados, indigentes y personas que buscaban alguna clase de ayuda social.

El encuentro entre Giri y el fiscal se produjo el año pasado, mucho antes de que el empresario terminara convirtiéndose en presidente del Ente de Turismo de Mar del Plata y asumiera desde ese cargo la coordinación de otras dependencias como el Ente de Deportes y la Secretaría de Cultura.

El cruce entre Paolini y Giri fue rememorado por este último en la declaración que realizó anteayer en La Plata, adonde fue trasladado detenido y acusado por el delito de peculado.

Según pudo saber LA CAPITAL, este martes, ante el propio Paolini, su secretaria y su abogado defensor, Héctor Granillo Fernández, Giri admitió tácitamente que tenía conocimiento de que la Justicia estaba interesado en él desde hacía tiempo, incluso antes de formar parte del gabinete de Arroyo.

Si bien en la declaración que realizó esta semana Giri no precisó en qué fecha se cruzó con Paolini en Mar del Plata, en la causa figura que el fiscal se ocupó de tomarles testimonios a los testigos marplatenses a fines de abril del año pasado.

En el caso de que el encuentro se hubiese producido en ese momento, el dato sería todavía más relevante ya que significaría que el empresario habría estado al frente de la campaña electoral de Carlos Arroyo sabiendo que se encontraba involucrado en una delicada causa judicial por la que en algún momento podría ser requerido.

Una duda que surge es si en algún momento Giri compartió esa información con Arroyo para que el propio jefe comunal pudiera considerarla.

Según indicaron fuentes judiciales, el martes Giri mencionó qué fue lo que en su momento lo impulsó a abordar a Paolini cuando este desempeñaba su tarea de investigativa en Mar del Plata. En su declaración el empresario dijo que varias de las personas que le habían confiado sus datos personales lo habían puesto al tanto de que un fiscal estaba realizando preguntas sobre él y que por ese motivo trató de ponerse a su disposición.

Pero Giri no habría encontrado demasiada receptividad de parte del funcionario, quien ya en ese momento, estaba elaborando una hipótesis sobre cuál era su rol en la causa. No obstante, según dijo esta semana, Giri extrajo de ese encuentro una confirmación crucial al verificar que la investigación en marcha se relacionaba con irregularidades en el Astillero Río Santiago.

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