A muy buen ritmo la empresa constructora Hidraco avanza con la obra de repavimentación de la ruta provincial 31. En efecto, en una recorrida que realizamos ayer por esa antigua arteria bonaerense, encontramos a las cuadrillas de la firma trabajando en el fresado de la vieja calzada, en el tramo que aún resta repavimentar, que se ubica más o menos entre el acceso a Hunter y el linde del predio del Aeródromo local.

Esto quiere decir que es más que probable que se cumplan las predicciones de la propia empresa adjudicataria y del gobierno municipal de Rojas, en el sentido de que los trabajos podrían estar listos -de no mediar imponderables- para el próximo mes de abril.

Ayer por la tarde los operarios de Hidraco se preparaban para extender un nuevo tramo de flamante asfalto, en este caso desde la zona de Hunter hacia Rojas, sobre la margen sur de la ruta 31. Previamente, habían realizado el fresado, más el perfilado, limpieza e imprimación de los tremendos baches que había en esa zona, de modo de dejarlos listos para su rellenbado con el nuevo material asfáltico.

Los trabajos comprenden, además de la repavimentación total de la traza, las obras de señalización vertical y demarcación horizontal, la colocación y reparación de defensas metálicas, el amojonamiento kilométrico, y las obras de seguridad en zonas de intersecciones con rutas provinciales y accesos a localidades, etc.

EL PROBLEMA

ES EL OTRO TRAMO

Pero, como ya hemos mencionado en alguna oportunidad, los baches, las roturas en general y los malezales sobre las banquinas -en algunos casos a la altura de los paradores de ómnibus- configuran un cuadro realmente desolador para el tramo de la ruta provincial 31 que va desde la rotonda de la 188 en dirección hacia Carabelas.

Parece que mientras la repavimentación del tramo entre Rojas y Salto permite ya augurar una traza adecuada para la circulación (como apuntábamos en el párrafo anterior), avanza paralelamente el deterioro del referido tramo.

En alguna oportunidad se había gestionado la posibilidad de extender las obras de repavimentación de esta arteria provincial, de modo de llegar hasta la rotonda y, de esa forma, no sólo reconstruir este dispositivo ya perimido que inclusive tiene un peralte mal configurado, sino continuar por lo menos hasta Carabelas, y de esa forma hasta incluir la construcción de un adecuado acceso a la localidad. Pero esas gestiones no progresaron. De hecho, y como se sabe, costó un Potosí lograr que se pusieran en marcha las obras de repavimentación desde la ruta 7 hasta Rojas.

Pero es una inquietud que trasladamos a quienes corresponda. El deterioro del referido tramo ya es por demás visible y hay sectores que ya se asemejan a lo que era la vieja 31, al otro lado de la rotonda con la 188.